LA VIDA DE UNA GOZADORA. 1 - Relatos Eróticos

LA VIDA DE UNA GOZADORA. 1

... embates, o dispensar en mis entrañas, mi esfínter dilatado y mi vagina, la vaina de mis mucosas, como altar sus bajos instintos para que se agote y yo sedienta de leche irme en orgasmos.Sentir la sensación de poseer a una hembra, los pechos manoseados y chupados, pajeados y sobados Como no desear a una hembra vibrante y picante llena de ternura y pasión tan puta como yo, tan hembra y necesitada de placer y sentir mis manos dentro de su cuerpo.O desear con locura el torbellino de una orgia, tu vagina penetrada desesperada de deseo, tu culo ardiendo de socavadas, leche a borbotones por tus pechos y tu cara, torbellinos de bocas, lenguas y caricias, donde poses y eres poseída por una turba de amantes delirantes, que te dan su energía y su simiente.De pequeña sentí los escozores del deseo, en el aula del colegio de monjas, me masturbaba sin darme cuenta apretando mis piernitas y sacudiendo mis caderas rítmicamente y sentía atracción por mi maestra.Cuando tomé conciencia del placer que me daba, comencé a hacerlo permanentemente en el aula, apretaba algo duro entre mis piernas, una cartuchera, unos guantes o una gorra, cruzaba mis piernas, las apretaba con fuerza y comenzaba a moverme despacito. Me subían los calores y mi carita de placer casi me delataba.Los primeros juegos a la siesta con mis primitos y mis hermanos, los primeros noviecitos, la primera mamada a la hora del recreo y la leche en la cara y esa calentura que te llena el cuerpo de adrenalina.Luego empecé a ser ...

... adolecente, me gustaban las miradas masculinas, recuerdo algún profesor o padre en el colegio absorto mirándome saborear una paleta o chupando un helado, y yo a sabiendas que eso lo fascinaba, dándole largos y lentos lengüetazos con mi boquita entreabierta, entresacando mi lengua juguetona.Hacia dos cuadras mas para ir al colegio para pasar los la obra de la esquina, todo mi cuerpo se estremecía y me bombeaba el corazoncito, cuando los obreros pasaban sus ojos por mis piernas y se mordían los labios de ganas, o me gritaban una grosería, como lo gozaba o algún atrevido me mostraba su miembro.Llegó el descubrimiento del sexo, toda una aventura permanente, todo una sensibilización del cuerpo y el alma, experimentar mil sensaciones y aventuras, el aprender a seducir que me ha marcado para siempre.Que soy, en términos vulgares a mis 45 una mujer con una gran experiencia sexual, que ha experimentado casi todo y casi todo le gusta, en términos machista una chupa pija, una traga leche, es cierto y no me importa.Soy una mujer que necesita del sexo para ser feliz y sentirse viva. Una complaciente compañera de placer. Una gozadora. Voy a contarles muchas historias de mi vida, de mis sueños y fantasías a ustedes mis amigos lujuriosos.Los adoro, encontré aquí. Gente como yo, en un ambiente de respeto y de instintos compartidos.La vida a pesar de los pesares merece ser vivida, el sexo es un instante sublime donde atesoras en la energía de tu compañero el placer de ser el centro del universo. Solo ...