Atrapado entre gigantas segunda parte - Relatos Eróticos

Atrapado entre gigantas segunda parte

... de ahí, ya que no quería ser visto, porque yo resaltaba enormemente contra lo blanco de la tela, pero después lo pensé mejor y decidí tratar de hacerme mas pequeño, así podría moverme sin ser visto, me concentre y me reduje a solamente 1 centímetro de altura, la tela en donde me encontraba se hizo aun mucho mas grande como del tamaño de 1000 campos de fútbol, por lo que decidí apresurarme para salir de ahí. Corrí con todas mis fuerzas para llegar a alguna orilla, pero súbitamente todo a mi alrededor se elevo, por lo que deduje que alguien había agarrado la tela, de repente la tela se fue hacia abajo, y tan rápido como bajo empezó a subir, yo trataba de ver hacia donde iba, pero debido a mi tamaño no podía ver nada, ya que todo mi alrededor era enorme, así que me arriesgue a hacerme grande como de 12 centímetros para poder ver donde estaba, pero al terminar de crecer, una selva negra se acercaba directamente contra mi. Entonces comprendí donde estaba, atrapado en las pantis de alguna chica. El agitado movimiento de esta porrista era peor que cualquier terremoto, caminaba de un lado para otro, brincaba, se agachaba, no se si estaba practicando sus rutinas o simplemente estaba muy nerviosa por el juego. Yo no tenia manera de escapar debido a que la ropa le quedaba muy justa, por lo que si alguien viera por debajo de las faldas de esta chica, hubiera visto un pequeño bulto en forma de una persona, por lo que decidí moverme muy lentamente y resguardarme dentro de su vagina, así ...

... no sufriría por tanto movimiento brusco, ni nadie me sentiría cuando alguien la cargara y la sentara en sus manos, así que lentamente me fui moviendo para alcanzar ese lugar. Como estaba agachada fue un poco mas fácil moverme, pero a lo lejos escuche una voz que gritó “Miriam apresúrate ya vamos a salir”, ella contesto “Ya voy Karina” entonces ella se levanto como impulsada con un resorte, y yo apenas tuve tiempo de meter toda mi humanidad en su cueva húmeda, así que estaba con Miriam la amiga de Karina, y por eso estaba tan nerviosa, regresaba al equipo de porristas después de su tiempo de ausencia. Estar dentro de la Vagina de una mujer es como estar en una cueva con un calentador prendido todo el tiempo, hacia mucho calor, y deberia ser un lugar seguro por la poca actividad que tiene, pero si la vagina es la de una porrista que va a animar un juego de 3 horas de duración, imaginen todo el movimiento que se genera ahí, especialmente por estar a la altura de la cintura, brincos, giros, subidas, bajadas, en fin, todo un tormento, yo trataba de sujetarme a algo para no sentir tanto movimiento pero era imposible, por lo que en un gran brinco que dio ella me golpee la cabeza y me desmaye. Desperté tiempo después, no sabia cuanto tiempo había pasado inconsciente pero al no escuchar nada de ruido, sabia que el partido había terminado y sobreviví a el. Ahora tenia que averiguar donde me encontraba y escapar, para llegar a Carmen. Me extrañaba el no oír ningún ruido, y que Miriam ...