Mi hermana y yo violadas por mi culpa
Fecha: 19/02/2019,
Categorías:
No Consentido
Sexo con Maduras
Autor: Lucia0117, Fuente: CuentoRelatos
... Sandra le costaba trabajo respirar. Luego él se enderezó y sacó su pene chorreante de mi hermana, que lloraba desconsoladamente. El infeliz se sentó desnudo en mi cama y se quedó viendo a Sandra; luego tomó la cámara, se levantó y se puso a tomarle fotos desnuda y humillada. Acto seguido recogió la tanga de mi hermana y la cinta del suelo, se acercó a ella y le ordenó abrir la boca, ella lo hizo y entonces él le metió la tanga y la amordazó con cinta como lo hizo ella conmigo. Mientras hacía eso nos dijo: “¿Ven putas, qué fácil era? No tenían que oponerse tanto y bien que te gustó, no te hagas; pinche puta”. Luego tomó un trapo y le vendó los ojos a ella; después fue conmigo y también me vendó los ojos. Lo escuché como se acostó en mi cama y se durmió, roncando sin ninguna preocupación. ¿Qué pasaría después? No sabía que pensar, supuse que cuando despertara nos mataría a ambas, pues le habíamos visto la cara y podríamos identificarlo. O tal vez volvería a violar a Sandra y se iría o tal vez se iría dejándonos amordazadas, vendadas y atadas. La incertidumbre me llenaba de preocupación y miedo. Traté de comunicarme con Sandra, pero solo se escuchaban gemidos de las dos: “Mmmmg, nnnggg, fffggg, mmmggg”. No nos entendíamos nada. Intenté moverme hacia la cama de Sandra a ciegas; traté de arrastrar la silla, pero era muy difícil, pues además tenía que hacerlo en silencio. Mi idea era poder desatarle una mano para que ella pudiera liberarnos; el problema era que al estar vendada no ...
... podía yo medir la distancia y no sabía que tan cerca estaba de la cama, pero seguí intentándolo hasta que me caí, dándome un fuerte golpe y al haciendo un tremendo ruido que despertó al desgraciado tipo. Traté desesperadamente de levantarme, pero era imposible; lo escuché levantarse de la cama y dijo: “¡Ah con que esas tenemos!, la puta quiere desatarse, ¿verdad? ¡Ahora verás estúpida!”. Lo escuché acercarse y luego empezó a reír: “¡Jajajaja, sabía que eres una pendeja, pero no creí que tanto!”. Se agachó y levantó la silla; yo estaba adolorida por el golpazo que me di, pero eso era lo de menos, el tipo de repente empezó a acariciarme las piernas y me dijo: “¡Ay puta, si tú también estás bien buena!; ¿sabes? había pensado solo cogerme a la puta sabrosa de tu hermana, pero veo que ya estás en edad de darte una buena cogida. Se me hace que a ti también te voy a disfrutar. De seguro ya habrás cogido con algún compañero o profesor de la escuela, ¿verdad puta?”. Aterrada moví la cabeza negativamente, me agité y gemí “¡MMMMGGG!” diciendo que no, pero al parecer eso a él le excitaba más. Luego me preguntó: “¿Eres virgen?” y yo moví la cabeza, asintiendo con fuerza, pensando que tal vez así no me violaría; pero él dijo: “No te creo, voy a comprobarlo; y si lo eres, pues voy a quitártelo”. Tanto Sandra como yo empezamos a gritar y a agitarnos, pero solo se escuchaban gemidos ahogados: “¡MMMGGGGHHHH, NNNNGGGHHH!”. Escuché que el tipo buscaba algo en su portafolio y luego regresó a mí. ...