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Kilómetro 495
Fecha: 05/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... punto de preguntarle porque sangraba, pero otra jovencita me lo impidió. Estaba parada a mitad del camino. Había perdido de vista el camino, por tan sólo unos segundos, pero bastó ese tiempo para que ella apareciera, y estuviera a punto de impactarla. Todo a mí alrededor desapareció. Pisé el freno y torcí el volante para no arrollarla, pero la distancia entre ambos cuerpos era muy corta. Antes de que el trailer se detuviera, escuché el golpe. Se me bajó la sangre hasta los pies. La había matado, pensé, por andar de caliente y no concentrarme en conducir bien. Cuando recuperé la calma y el vehículo ya no se movía, bajé corriendo para verificar si mis sospechas eran ciertas, para corroborar si la había atropellado y acabado con su vida. Ni siquiera tuve tiempo de subir el cierre. Mi pene, ya flácido, se balanceaba como un péndulo con cada paso que daba. Miré hacia todos lados, debajo de las llantas; pregunté a gritos sí se encontraba bien, pero nada. No había rastro de la muchachilla. Regresé a la cabina, para pedirle a mi joven amante me ayudara a buscar. Ella también se había marchado. De pronto, recordé que ya no estaba cuando traté de evitar el impacto. De manera misteriosa, se había esfumado, pero no me di cuenta por la adrenalina del momento. Miré hacia un lado del camino y un destello llamó mi atención. Caminé hasta el lugar donde provenía. El brillo era provocado por una cadena de oro, con un dije del rostro de Cristo. La misma cadena y el mismo dije que, minutos antes colgaban de mi cuello y, ahora estaban sobre una cruz. A un lado de ésta, estaba un letrero que anunciaba el kilómetro 495.