1. Trío con peligro


    Fecha: 22/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Juan, Fuente: CuentoRelatos

    Mi mujer, Ana, y yo siempre fantaseábamos cuando estábamos en la cama con hacer un trío. Un día le dije que si ella quería que bueno pero que llegada la hora ella no se atrevería. Ana insistía en que no se cortaba por nada, yo no sé muy bien porque pero acabe diciéndole que sí. - De acuerdo, pero con una condición. - ¿Cuál? - Deberemos comenzar poco a poco para ir viendo como reaccionamos. Primero saldremos a cenar o de marcha los dos solos. Te pondrás ropa provocativa y ya veremos. Cuando llegó el fin de semana Ana se vistió muy sexy, como era el principio del verano y hacia bastante calor se puso una falda corta con algo de vuelo y un top muy ajustado que le remarcaba los pezones dejando el vientre a la vista. Fuimos cenar a un restaurante muy concurrido que hay en el puerto, al entrar note como las miradas se dirigían a mi mujer Ana. El camarero nos acompaña hasta la mesa, al poco en la de al lado se sentaron 4 ejecutivos de mediana edad, sus miradas y comentarios se centraron en los pechos de Ana pues era lo que de momento tenían accesible. Al finalizar la cena le dije a mi mujer que porque no les pedía fuego a los de la mesa de al lado. Ana se levantó y se acercó a la mesa de los ejecutivos, estos al ver lo que se les acercaba mostraron su más amplia sonrisa. Ella se apoya sacando su culo hacia fuera, uno de ellos le dio fuego mientras los otros no sabían hacia dónde mirar, la invitaron a sentarse y tomar una copa a lo que ella asintió y no tuvieron más remedio que ...
    ... invitarme a mí. Debieron maldecirme. Entre copas y risas el ambiente se fue caldeando mientras Ana tonteaba con todos y el que tenía al lado le ponía la mano en la pierna, cosa que después supe por mi mujer, cuando vi que la cosa estaba a punto de desmadrarse le hice una señal a mi esposa y con una vaga excusa desaparecimos los dos. Al llegar a casa y recordando lo sucedido yo me puse tan caliente que hice el amor con Ana en el suelo del comedor. Al cabo de dos días salimos a tomar una copa a un bar de moda de la ciudad, ella llevaba unos pantalones blancos de lino transparente y un top ajustado del mismo color, esta vez el juego seria que yo me sentaría en una mesa y ella en la barra, cosa que así hicimos. No pasaron ni veinte minutos cuando un apuesto joven se puso a charlar con ella, pronto la cosa se fue calentando pues se cuchicheaban al oído lo que él aprovechaba para besarla detrás de la oreja al tiempo que la abrazaba por la cintura. Pronto un beso en la boca sustituye los primeros escarceos. Como vi aquello se me descontrolaba y que a ella le gustaba le hice una señal para que nos viéramos en el lavabo. Allí le dije que nos íbamos. Ella protesta pero yo no le di opción. Ya en el coche de vuelta a casa me dijo - Estoy harta de calentar braguetas ¿cuándo podré pasar a la acción? - No lo sé. Quizás la próxima vez. - A ver, hacemos todo esto porque me dijiste que me dejabas montar un trío pero yo ya me he cansado de mirar y no tocar. Lo que no podía sospechar era que ella ya ...
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