1. De repente, un extraño


    Fecha: 22/02/2019, Categorías: Voyerismo Sexo Duro Sexo Interracial Autor: EvaManiac, Fuente: xHamster

    ... “tachánnn”.Para mi sorpresa, Santi ocupó enseguida una plaza justo detrás de mí. Se movió de forma que, decididamente, ahí, estando los dos en pie, parecía que vendía una mercancía concupiscente, un producto lujurioso, objeto de deseo epicúreo y sensual. Y no iba muy desencaminada porque, aunque Akim solo sonreía desde su pedestal de plumas sintéticas, mi pareja empezó a acariciarme los muslos usando una posición que le permitía susurrarme fácilmente todo tipo de obscenidades, intrascendentes, que apenas recuerdo. Los movimientos que ejercían sus manos sobre ambas partes de mis muslos hacían que la tela de la falda se moviera sedosamente. Mi excitación acumulada durante estas últimas semanas empezó a aflorar cuando Santi besó mi cuello consiguiendo que, a pesar de mi resistencia inicial y el mal rollo que me transmitía Akim, me predispusiera a ser poseída ahí mismo, delante del coloso norteafricano.“Sí que está buena, hermano”, dejó ir Akim mientras sorbía el té de su taza. “Ya te he dicho que mi Eva es mi mejor adquisición”.¿Adquisición? Estos tíos son peligrosos... me invadió una especie de inseguridad en ese momento. Tal vez dos semanas no eran suficientes para conocer bien a alguien. Pero sí se antojaba un espacio de tiempo más que intolerable para no follar teniendo novio. Es lo que decidí pensar para seguir adelante con el plan de mi guardaespaldas momentáneo. Si quería joderme ahí mismo, delante de Akim, yo no aportaría objeción alguna. En realidad, hasta me daba morbo ...
    ... que nos mirara alguien.En total silencio Santi me tenía acorralada físicamente desde atrás. Sus caricias ya no solo abarcaban los muslos, también los hombros, los brazos, el cuello, todo mientras me besaba en un lateral del cuello primero, y luego en el otro. Yo evitaba la mirada directa con nuestro espectador, incluso cerré los ojos varias veces aprovechando el clímax que se estaba formando en la sala. Muy pronto acaparó mis senos con sus dos manos, encima de la blusa, y enseguida se vislumbraron mis pezones duros bajo la misma. Ni el sujetador pudo disimular esa vesania.“Estamos poniendo a tope a Akim”, me cuchicheaba Santi al oído.Yo seguí disfrutando del abrazo libidinoso de Santi que, lentamente, se atrevía con zonas más sensibles de mi geografía. Primero introduciendo una de las manos dentro de mi blusa a través de una apertura que ya se había encargado de construir; y después, al colocar la misma extensión entre mis piernas, levantando discretamente mi falda para abrirse camino. Llegó un momento en que yo ni siquiera era consciente de que había un golem de 2 metros admirando de qué forma Santi acrecentaba mi satisfacción. De vez en cuando recordaba ese detalle y abría los ojos para resituar a Akim en la habitación. Él seguía sentado en el suelo, con su espalda en la pared, mirando y escuchando con absoluta pasividad todo lo que estaba a punto de ocurrir ahí. La idea en sí me ponía tan cachonda que muy pronto empecé a respirar de forma abrupta, suspirando por el placer ...
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