Visitas inesperadas (Pedro)
Fecha: 23/02/2019,
Categorías:
Voyerismo
Fantasías Eróticas
Autor: Eltodasmiasreal, Fuente: CuentoRelatos
... pedirle permiso se la dejó caer, ¡se la metió de un jalón! Mi tía ante aquella maniobra soltó una gritito lo bastante fuerte para asustarla porque no quería despertar a mi mamá, desesperada se tapó su boca deliciosa para ahogar sus gemidos; se quejaba pero curiosamente no dejaba de moverse; agitaba sus nalgas con vulgaridad y mucho erotismo, hacía vibrar todo su cuerpo Poseída se deslizaba para adelante y atrás ocasionando un choque muy morboso entre sus nalgas regordetas y los muslos del hermano hasta que, ella en cuatro como una vil perra, giró su rostro mostrándole sus ojos lujuriosos y una sonrisa de puta y con una actitud traviesa tomó la sabana de mi madre y se la quitó. ¡Pero qué demonios! Mi madre estaba tan vulnerable y exquisita boca abajoo, sólo con una braga blanca y un brassier; lo primero que vi fue su espalda y cintura tan sexy, luego sus hermosas y muy trabajadas nalgas, tan blancas y grandes, tan formadas y regordetas; después mi mirada recorrió con mucha lentitud sus muslos tan gruesos y perfectos y por último sus hermosos chamorros En serio es una MILF, una mujer madura tan sensual y con un cuerpo ...
... maravilloso Mi tía por su parte en plena faena, sudorosa y con los ojos perdidos, con su brazo izquierdo acarició primero el chamorro tan bello de mi madre, después su muslo y por último le agarró una nalga (ni con toda la mano extendida lograba abarcarla) Ella de inmediato comenzó a lamer, (mientras recibía aquella follada de culo monumental) todo el muslito con su lengua de fuera Pero que morbosa situación Mi madre pos su parte ni cuenta se daba Mi tía ante la inactividad de mi madre se aventuró y comenzó a besar dándole piquitos a sus nalgas regordetas, después sacó su lengua y con descaro comenzó a dar lamidas a su culazo Sin embargo en cuanto lo hizo no aguantamos y tres nos corrimos como bestias locas ¡Vaya locura! En cuanto me percaté de todo, en el momento que la calentura ya no se sentía limpié como pude el piso y salí corriendo Legué a mi cuarto todo alterado, entre excitado y sin podérmelo creer. Cuando me acerqué a mi primo, éste ya estaba dormido ¡Qué bien!- Me dije De inmediato me recosté fingiendo estar dormido para saber que más se le ocurriría a Pedro, pero en cuanto llegó, nervioso por cierto, se durmió.