Pepe...
Fecha: 23/02/2019,
Categorías:
Gays
Primera Vez
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... derramara, lo acercaba más al final y me detenía para impedírselo. Tenía yo el poder en ese momento y sabía como usarlo.Por un rato me dediqué a sus huevos, ¡cómo me gustaban! Eran enormes, los lamí todos siguiendo hasta el perineo. Me sorprendió que él sólo doblara las piernas permitiéndome seguir adelante. Proseguí hasta llegar a su ano, con mi lengua le recorrí los bordes, lo bese, lo poseí de esa manera.Regresé a su verga y seguí prendido de ella.-Ya me quiero venir y que te los tragues, me ordenó siempre autoritario y altanero.-¿Seguro?, pregunté sumiso.-¿Qué más quieres? El sabía lo que yo quería pero hacía como si él no lo desease también.-Lo que a ti se te antoje, papá, tú eres quien importa en estos momentos, le dije. Sabía que aquél macho me quería reventar el culo.-¿Me cogerías? Le pregunté suplicante.-No, nada más una mamada, yo no soy puto.Al estar él boca arriba fue para mí fácil subirme para recibir su verga en mi ano sin su permiso expreso. Fingiendo que no lo espera, empezó a facilitarme el camino para clavarme su tranca hasta el fondo, siempre con sus ojos cerrados como negándose a la mundo nuevo de sensaciones que lo embriagaban.Con trabajos pude meterme la punta, pero tuve que pausar par acostumbrarme a su tamaño. Puso sus manazas en mis piernas para obligarme a seguir mi camino. Después comencé a bajar por todo lo largo de su tronco hasta el fondo. Sentí como cada centímetro de carne ardiente me penetraba inmisericorde, era devastador sentirme poseído ...
... por semejante falo. Con mis dedos constaté que no quedaba nada fuera. Una vez dentro, comencé a deslizarme de arriba hacia abajo rítmicamente, sintiendo su latir en mis manos ya que me apoyaba en su poderoso y peludo pecho. El frenesí se apoderó de mí, el ritmo tomado era mayor en cada envión que me daba yo mismo, para ese momento era yo quien me lo cogía a él, era yo quien dominaba. El siguió cerrando todo el tiempo sus ojos como negándose al placer que estaba recibiendo. Con sus enormes manos comenzó a acariciarme las tetillas, después las nalgas, las abría bruscamente como para entrar más hondo en mí, como para tomar el control de la cogida que me daba. Poco a poco empezaba a dejar salir al macho que gozaba de ese momento.-Ahora sí, putito, vas a saber lo que es un norteño.Se puso de pié conmigo ensartado y la sentí más hondo todavía, gritaba yo sin que me importara que me oyeran. Con gran facilidad ese hombre corpulento levantaba mi pequeño cuerpo para hacerme cabalgarlo a su ritmo.Ahora sí, ya me miraba con lujuria, retorcía los labios y ceñía las cejas de placer que experimentaba al tiempo que bufaba como toro y me estrujaba cuanto podía.Era sin duda un hombre fuerte, vigoroso, impetuoso y lleno de deseo.En medio de su calentura me estrelló contra un muro y siguió cogiéndome, no le importaba más nada que saciar sus instintos, lo único que quería era darme la cogida de mi vida como para saberse el más macho si es que yo lo comparaba.Me llevó a la cama y me empinó en ella a ...