1. Pepe...


    Fecha: 23/02/2019, Categorías: Gays Primera Vez Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... oíste.-Realmente no me gusta enterarme de lo que no debo.-Se ve que eres un muchacho inteligente. ¿Cómo es que dimos contigo?-Estaba yo en la playa cuando ustedes pasaron y me "levantaron"-Ah sí, ya recuerdo, ibas en una camioneta vieja.Sí, era mi primera camioneta que compraba, bendita idea la mía, me lamenté.-¿Qué edad tienes y cómo sabes de curar heridos?-18 y estudié enfermería en la prepa.Aunque suene raro, no me sentía a disgusto con ese hombre que tenía edad para ser mi padre, hasta nervioso me sentía, me abrumaba su gallardía. Se veía sereno y su trato era muy distinto al del borrego, su tono de voz inducía tranquilidad. Al sentir un poco de calidez no pude soportar más y dejé salir de mis ojos un par de lágrimas guardadas aunque no alcancé a quebrarme.-¿Qué te pasa?, supongo que te sientes mal.-Sí, realmente lo único que quisiera es regresar con mi familia.-¿Tienes mucha familia?-Ya el otro señor me investigó, él mismo me dijo todo lo que sabe de mí.-El hace bien su trabajo como tú el tuyo y no te preocupes, sigue así que yo sé reconocer a los amigos.Lo traté lo mejor que pude sin causarle más dolor del necesario en su herida.-¿Quiere usted comer algo? , tiene que reponerse.-Sí, sólo un poco, gracias…Los días fueron pasando y ahora con él ya consiente, yo disponía de mayor libertad de movimiento y me sentía un poco más tranquilo, aunque siempre custodiado para no escaparme. Siempre que estaba yo con él procuraba no hablarle ni preguntarle más de lo que él deseara ...
    ... hablar o decir, como que a él esa situación le agradaba, que no lo m*****ara. El borrego no volvió a buscarme y se notaba que era por instrucciones de Pepe, ya que yo debía estar siempre a su lado. No buscaron a un médico y me extraña que no tuvieran uno en ese momento aunque se sintieron conformes con mis cuidados.A un lado de la casa había una pequeña colina desde donde veía yo cuando el sol se ocultaba, era tan hermoso ver los tonos rojizos sobre el mar en calma y después lo estrellado del cielo en la noche.Cubierta su herida, ya podía yo bañarlo bien con la regadera de mano y él me iba tomando más confianza al ver de mi empeño en su persona. Supongo que todo el tiempo supo de la atracción que ejercía en mí. Pronto superamos los primeros días cuando dependía de mí para sus cosas más privadas que lo ponían incómodo al sentirse tan necesitado de alguien. Me encantaba ver ese cuerpo maduro tan apetecible a mi vista. Disfrutaba mirarlo desde abajo, se veía más imponente, su cuerpo era el producto de un trabajo recio, de haber practicado mucho deporte en su juventud y de su genética, no era un cuerpo artificial de gimnasio aunque tenía uno en la habitación contigua y se veía que lo usaba regularmente. Lavaba yo todas sus partes y al llegar a la verga me dedicaba con más ahínco a que todo quedara bien limpio. Le provocaba enormes erecciones sin atreverme a ir más allá. El sólo esbozaba una ligera sonrisa de complicidad que me provocaba a continuar aunque nunca me atreví por temor a ...
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