Confidencias 19 Adrian me descubre sus viciosos deseos
Fecha: 24/02/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... le iba a contestar. -“Si puedo, sí” Insiste. - “¿Puedes venir un ratito antes, para pasear como el otro día? Quería decirle que sí, pero de mí no dependía. -“Primero tengo que saber si irá mi primo, si no es así seguramente no me dejaran y lo demás ahora no lo sé. ” -“¿Me lo confirmarás?, yo te esperaré, de todas formas estaré allí” No le envié la respuesta, quisiera haberle dicho que sí a todo pero estoy lleno de dudas, deseo sentir de nuevo sus labios sobre los míos. -------------------------------------------------- Damián me esperaba mientras recogía la bolsa con la ropa del ballet y bebía el vaso de leche con galletas que Alicia me tenía preparado. Había un camión aparcado en una puerta lateral de la casa y la muchachita me dijo que se iban a realizar algunas obras y cambios, salí corriendo porque ya llegaba tarde. A la vuelta aún no habían ido a recoger a Eduardo, cada día venía más tarde a casa, es un hombre muy ocupado y creo que con mi llegada he trastornado el ritmo que tenía en su vida. Pues aún se le cambiará más cuando mamá venga a vivir. Después de cenar vimos un poco la tele, le interesan las noticias aunque parezca que no escucha y puede hacer varias cosas a la vez. Su cabeza está mejor que su cuerpo, totalmente lúcida, me recosté sobre él y le acaricié la barriguita. Parecía mi abuelo pero era diferente, ellos, los dos son delgados y serios, y para nada cariñosos aunque me quieran. Dulce nos observaba gruñendo a veces y creo que era por celos. -¿Te gustó lo ...
... que te hicimos Dulce y yo? Eduardo soltó una carcajada más sonora que otras veces. -¿Le has enseñado a lamer la verga? -Ni lo sueñes, son cosas suyas, creo que es un perrito muy inteligente. No paraba de reír. -También muy goloso y puto. Se fue calmando, tampoco quería que de la risa le diera una apoplejía porque se estaba poniendo muy rojo. -Edu…, no quiero que tomes esas pastillas, te ponen mal el corazón y me asusta. -¡Ahh! Ahora eres mi médico o guardián y te preocupas de mi salud. Me cogió del cuello con el brazo y comenzó a besarme la cabeza. -Quiero gozar el tiempo que me quede, tú no lo entiendes pequeño. -Para que lo pases bien no tienes que tomar pastillas, entre Dulce y yo podemos deslecharte y hacerte gozar, ¿somos muy buenos, no? Estaba de lo más divertido y me daba palmaditas en el culo, y más besos en el pelo riendo sofocado. Dulce se había añadido a la algarabía y se había sentado sobre sus cuartos trasero ladrando a veces. Y esa tontería Adri me hacía sentir feliz y contento, dentro de una familia. -Tendrás que irle enseñando a hacer cositas a Dulce para que te ayude en todo, me dijeron que era un perrito que no había tenido dueños pero alguien le ha enseñado. Ya se había calmado todo. -¿Has hecho algo con él?, ¿le has masturbado o tocado el pene? -¡Oh!, no lo he tocado como hizo Yasin, solo juego con él. -Te gustan los animales y tú a ellos… Se quedó un momento pensando. -¿Te atreverías a follar con un perro, uno grande? Me empezó a arder la cara. -He visto ...