Ni siquiera sospechaba que pudiese suceder - Relatos Eróticos

Ni siquiera sospechaba que pudiese suceder

... Yo te quiero más que a nada y creo que de verdad esto podría funcionar. Nuevamente el estaba llorando pero sus lágrimas eran distintas. Eran de felicidad. Se abalanzó sobre mi y nos besamos con más ganas mientras el me quitaba la camisa. Descubrió mis pectorales y comenzó a chuparme las tetillas. me hizo gemir y retorcerme de placer. Comencé a desvestirlo también sin saber mucho que hacer aunque al bajar sus pantalones la respuesta llegó inmediata. Jamás me había fijado en que tenía un culo perfecto. Mucho mejor que el mío. No tan musculoso pero firme y muy abultado.mientras lo desvestia el me besaba con pasión todo el pecho las axilas y el abdomen. Comencé a suspirar su nombre y se acercó nuevamente a besarme. Estaba en boxer y yo aún con mis jeans. Tenía la polla a mil y reclamaba que la sacarán de su encierro. El se dio cuenta y se puso en posición para comenzar un 69 y me bajo el cierre. Sacalos le dije y retiro mis pantalones. Quede en slip ajustado (son más cómodos para correr) que bajo lentamente. La lentitud me excitaba mas si era posible y le rogue que los sacase ya lo hizo y dijo wow. Hola. Me sonrió con lujuria y se la metió hasta el fondo. La sensación fue demasiado fuerte me hizo encaramarme sobre mi mismo enterrandosela más aún.tuve que decirle que se la saque o me venía. En respuesta empezó a retirarla y meterla entera de nuevo. Descargue la excitación de toda la noche en su boca y se bebió mi leche sin dejar nada uff que rica gimio y me besó de nuevo. Al fin ...

... que no me había dado para hacerle nada. Para el momento ya me había olvidado del alcohol y seguía excitado pese a haber acabado hace un momento. El volvió al ataque y esta vez si yo baje su boxer para devolverle el favor. 20 centímetros de carne se dispararon hacia mi cara e inexpertamente los metí en la boca. El mientras tanto me hacía la mejor mamada de mi vida. Lamia desde la base hasta la punta mientras masajeaba mis huevos con la mano. Luego recorría con la lengua todo el perineo pajeandome a distintos ritmos. Yo estaba en la gloria y comence a adquirir ritmo en la mamada también. Era la primera vez que recibía una polla pero se sentia muy bien. El me dijo ¿te gustaría hacerlo de verdad? Lo estoy haciendo mal? Pregunté. No es eso mi amor. Quiero decir si te gustaría penetrarme me dijo. Nunca había hecho sexo anal pero si sabía hacer besos negros de lo mejor aunque no en culos. Se posicionó de forma que pudiera seguir chupandomela y dejo su esfinter a la altura de mi boca me dijo sabes hacer beso negro? Yo asenti y comencé. No era fácil meter la cara entre aquellas nalgas pero pese a todo agus genia de placer mientras continuaba con sus labores. Pasado un rato el bajo al suelo y se puso en cuatro. Lo bese y susurre su nombre. Le pedí un preservativo pero insistió en hacerlo sin nada. Dijo yo te amo. Realmente quiero sentirme plenamente tuyo. Me fui al sillón pero el insistio en hacerlo sobre aquel charco. Al principio me dio un poco de asco pero cuando me puse detrás de ...