1. La entrevista mas sensual


    Fecha: 25/02/2019, Categorías: Lesbianas Erotismo y Amor Autor: Eroslifewoman, Fuente: CuentoRelatos

    Para mi adorable Gina. Hacía calor. Aún no habían arreglado el aire acondicionado y, a las cuatro de la tarde, la humedad del ambiente era tan insoportable que hacía que el aire fuese irrespirable y su vestido negro de gasa le pegaba como una segunda piel. El master en administración de empresas que se sacó, solo le sirvió para el acceso a su actual puesto de trabajo, entrevistadora laboral en una empresa de trabajo temporal y, a veces, incluso precario. Le quedaban aún dos entrevistas más que realizar, lo que iba a ocasionarle un retraso considerable para llegar a casa. Gina, era una mujer de las que yo considero, dulces. Con una sonrisa embaucadora dibujada por unos labios que pedían a gritos ser comidos a besos y unos enormes ojos grisáceos que según como enverdecían. Había decidido dejar su pelo castaño un poco más largo, aburrida ya de siempre llevarlo corto, algo más desenfadado (decía). Era coqueta, era muy coqueta y le encantaba hacerse selfies mostrando unos ojazos enooormes. También, era demasiado dura consigo misma, se tildaba de gordita pero era solo su yo maligno, pues no estaba tan llena como ella creía. Total, 1 metro y 62 centimetros de juventud, sensualidad y también erotismo por todos los poros de su piel. A sus 34 años había estado ya en los dos bandos. Y de ambos disfrutaba. ¡¡¡SIN DUDA LE GUSTABA EL SEXO!!! Sabía rápidamente cuando se encontraba delante de alguien con sus mismos deseos. Dominante con ellas, sumisa con ellos, así le gustaba definirse ...
    ... (aunque lo hacía para sí). Gina en realidad estaba en tierra de nadie y así le gustaba estar. Era independiente y decidida. Amante de todos los animales y en especial de los gatunáceos. Su gato, un ejemplar raro, de esos sin pelo y arrugado al que ella llamaba simplemente… el arrugáo. La penúltima entrevista entró y salió con la misma rapidez, no dio el perfil. Se necesitaba alguien para trabajar en el sector de la seguridad. Una empresa necesitaba una vigilante de seguridad con experiencia, buscaban alguien joven pero con carácter. Era para un servicio donde se necesitaba bastante sangre fría y mucho carácter. Gina repasaba unas notas intentando no agobiarse en la espera. De repente se abrió la puerta. – ¡Buenas tardes! Gina levantó la cabeza y sus ojazos grises se abrieron como platos. Ante ella, una mujer con un aspecto más de motorista que de animadora, se apoyaba en el marco de la puerta observándola con una mezcla de desafío y desconfianza. Su media melena negra recogida por unas gafas de sol oscuras y cromadas, nada deslucía haciendo juego con sus ojos negros y profundos y, a la vez, tan claros, pues mostraban el sufrimiento que los había hecho así. Su edad no debía de pasar de los 30, pero muy bien camuflados por un pantalón tejano ceñidísimo, contorneando sus fuertes piernas y una camisa blanca muy poco discreta que permitía adivinar de una sola mirada el recorrido de sus senos y sus vértices. A Gina se le encendió el corazón. De repente, el calor se hizo insoportable. Su ...
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