El depravado - Relatos Eróticos

El depravado

Yo conozco a una persona que tiene mucha plata, no es rico, tiene una vida sencilla, aparentemente es una persona seria ante la gente porque es trabajador y dedicado, es una persona sana aparentemente, pero por tener mucha plata y no tener novia o una relación seria con una mujer, recurre a los prostíbulos y escoge a una o varias mujeres culiando un buen rato, paga más de lo que ellas ofrecen, pero resulta que paga más no sabiendo que es la peor persona cuando se trata de tener sexo con una o con dos y hasta 10 mujeres en una noche, porque cuando llega el día de la paga, distribuye la plata para tener un buen fin de semana con mujeres culiando, o mejor, una jornada sexual de 8 de la noche a 4:30 de la mad**gada.Una noche en la que él tuvo mucha plata para gastar en sexo con mujeres, porque sabe que no puede bastar con una sola, va para una calle llena de putas y era eso de las 10 de la noche y una mujer muy flaca, como de 1,75 de estatura, es alta de no ser que usa tacones, una rubia con unos ojos azules muy penetrantes, usaba un vestido negro de falda suelta y corta, se acerca a él: "echemos una culiadita tu y yo, te doy de todo", dice la rubia flaca. Él le pregunta el valor, ella responde, y él le paga el triple de dinero que ella ofrece por sus servicios sexuales.En vista de que no había habitaciones disponibles para culiar, buscó un callejón muy apartado y se disponen a culiar. Ahí viene la mejor parte, no solo la rubía le mamó la verga y él luego levantó la falda y ...

... puso la mano en la picha de la rubia metiendo dedo, la forma en que lo frotó no es de lo normal porque parecería que quería que la puta rubia también tuviera orgasmo y no del bueno porque de tanto manosearla y frotarla la humedeció, y la mano donde emanó sus líquidos lo lamió y la rubia se horrorizó, pero ya se le pasó y se quita parcialmente el vestidito y lo recoge todo hasta la cintura para que pueda chupar las tetas pequeñas y proceder a culiar, lo hicieron parados ya que ni la rubia pensaba acomodarse ni él le gusta acostarse o sentarse en el suelo, le excitaba así, de frente y por detrás la coge, pues goza mucho y los gemidos se hicieron notar ante la soledad de ese pequeño callejón.Por cumplir su trabajo, la flaca rubia quería que su cliente ya se orgasmara, pero resulta que pasó lo contrario, que mientras él succionaba la verga en la picha de la placa hizo que ella orgasmara y la flaca gemía de miedo, pues nunca había sentido un orgasmo como él le pudo dar y ella se queja:"por favor, papi, paralo ahí! paralo ahí! Me duele la cuca!", pero el depravado no la detuvo y la agarró duro para que no se suelte, fue tal la culiada tan violenta que hasta sus bolas le pegaban a la picha de la puta flaca y al rato se escuchaba la contracción de la verga y la picha durante la culiada, de repente la rubia flaca grita confundida entre el placer y el terror y de ahí se escuchaba unos chorreos en el suelo y le mojó la verga y éste seguía culiando, pues ella eyaculó y sus piernas están ...