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madre perdedora
Fecha: 26/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
a una madre perdedora el amor incestuoso de sus hijos y de su propia madre la recupera Esta historia es de una perdedora, que parece que por el momento ha dejado de serlo. Comienzo desde el momento que llego desesperada a la casa de mi madre, bajo un ataque de conciencia que me ocurre a menudo pero esta vez me dio muy, pero muy fuerte. Llamo a la puerta llorosa, contenida mientras viaje en el taxi que me conducía a ella, me abre la puerta y me arrojo a sus brazos y estallo en un llanto histérico e inconsolable, que te pasa hija, le ocurrió algo a Jona, Jona es Jonatán, mi tercer hijo, no y si, angustiada la abuela le dice pero está bien de salud, si le digo y entonces que está mal, mama me lo cogí y para colmo goce como nunca. Siento que me aprieta fuerte y cerrando la puerta me conduce hasta el living y nos sentamos juntas, muy callada y yo desesperada llorando y ella solo me acariciaba el cabello y me daba su pañuelo para que no se me cayeran los mocos. Ante su silencio y caricias me calmo pero balbuceando le digo y yo lo incite, no tengo perdón mamita, que hago ahora, y me dice se aman?, que me preguntas es mi hijo y soy su madre como no nos vamos a amar, si claro me dice, pero como hombre y mujer, no sé el pero yo lo adoro también como hombre. Bueno hija, no es tan raro lo de Uds. Como?, si hija muchas madres han cogido con sus hijos y algunas lo hacen de por vida. Mama, no me mientas para conformarme, no hija, por favor peor es que una abuela coja con sus nietos, si ...
... claro, le digo. Sigo gimiendo y mis lagrimas cayendo pero más tranquila, ella callada de nuevo. Mama, de donde sacaste que una abuela coja a sus nietos, de ningún lado de aquí mismo. Que, no entiendo, si hija desde que me los dejaste el sexo se fue dando naturalmente y siempre he sido su hembra, ahora perdóname tu hijita, se que son tus hijos, pero han vivido siempre conmigo, son mas míos que tuyos. No sé en qué momento me quede sin lagrimas, despavorida por lo que escuchaba, me pareció que mi pecado era una simple travesura ante su confesión. Mama, donde están ellos, en el trabajo, no hija fueron a un congreso a San Pablo, regresan en tres días. Dime y Jona. Donde está y como esta?, supongo que en casa, debería estudiar para sus exámenes, el cree que lo nuestro es normal entre seres que se aman, a su edad que puede pensar. Bueno hija, vamos a hacer un té o café, que prefieres, café mami, pensé que te ibas a enojar y que me echarías por depravada e infanticida, y en cambio me convidas con café, y me dice, también con scones que estuve amasando, veras que ricos me salieron. Estaba como mareada, todo al revés, yo desesperada y ella muy calma me dice que se coge a los mellizos, y me ofrece un refrigerio como si todo fuese tan natural. Me lo sirve y me dice hijita, cuéntame cómo fue que te lo garchaste al pendejo. Mama, que termino, bueno hija, más fino cuéntame como te fornicaste a mi nieto. Me hizo reír, que vieja canchera, me comienzo a sentir mejor. Bueno esto comenzó hace ...