Complejo de Edipo resuelto gracias ami madre. Primera parte
Fecha: 27/02/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
A los 18 años comencé segundo de Medicina, una de las asignaturas del curso era Psicología, allí nos hablaron del complejo de Edipo. Yo algo sabía al respecto. Muchos niños y adolescentes lo sufrían nos explicó el profesor, pero prácticamente lo sufrían todos aquellos adolescentes que tenían el pene pequeño o creían tenerlo. A esas edades a un adolescente le gustaría tener relaciones con todas las mujeres y en teoría las podría tener con cualquier mujer excepto con aquella que la sociedad considera tabú es decir la propia madre está prohibida como objeto sexual. Pero el adolescente con el pene pequeño siente terror a que una mujer se ría de su pequeño pene y por eso aunque desea estar con una mujer no se atreve por miedo a hacer el ridículo. Pero también sabe que la única mujer que no se reiría de él es su propia madre, pues una madre nunca se ríe de su hijo, ni lo ridiculiza. Y he aquí el conflicto que se produce en la mente del adolescente con el pene pequeño, pues la única mujer que él cree que no se reiría de él al verle desnudo, la única con la que podría hacer el amor sin avergonzarse de su pene es precisamente aquella a la que el tabú del incesto se lo prohíbe. Ahora comprendía mejor lo que me ocurría. Yo deseaba hacer el amor con mi madre, porque aunque deseaba a otras mujeres, tenía miedo de que esas otras mujeres al ver mi pene se burlasen de él, y sabía que ella no lo haría y me aceptaría tal como era. Necesitaba saber por todas si con mi pene de 10,5 cm. en ...
... erección podía follar a una mujer y darle placer, estaba más obsesionado en poder dar placer que en tenerlo yo mismo. Y empecé a urdir un plan. Yo pese a este mi problema, que vivía con gran preocupación, era y soy de naturaleza alegre, siempre estaba y estoy de broma. Así que empecé a fingir estar triste y taciturno sobre todo delante de mi madre, apenas comía, de modo que al poco de unos días mi madre que lógicamente se había percatado de mi tristeza me preguntó si me pasaba algo, yo le respondí que no pues quería cebar más el asunto, así que continué estando triste con la intención de que pasados unos cuantos días más mostrándome taciturno y apenas hablador ante mi madre, esta me volvería a preguntar y yo entonces le revelaría mi problema con la esperanza de que ella fuese comprensiva y se prestase a ayudarme, A los cinco días de su anterior pregunta sobre mi estado de ánimo, ella volvió a insistir diciéndome el otro día dijiste que no te pasaba nada pero sigues igual de triste y apenas hablas, algo te pasa Carlos, cuéntaselo a tu madre. Le dije que no pasaba nada, pero ella insistió en que no se lo creía y me volvió a pedir que me desahogará con ella. Mamá me da mucha vergüenza, son temas íntimos. Mi madre insistió y yo le hice prometer que si se lo contaba no se enfadaría conmigo. Era Miércoles, yo sabía que el fin de semana mis dos hermanos estarían fuera de casa, además estarían hasta el próximo Martes, pues era puente, por lo que tendría yo cuatro días para quedarme sólo ...