1. Que gran sorpresa


    Fecha: 28/02/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me llamo Mario y mi mujer Patricia, salimos desde hace ya muchos años con otra pareja de amigos, José y Mari. Un domingo estábamos tomando el café rutinario y mientras reíamos de las cosas que contábamos coincidí con la mirada de Mari y me fijé por primera vez en la pareja de mi amigo. Desde ese día me di cuenta de que a ella le ponía nerviosa que le mirase de esa forma tan especial, pues sin dar síntomas de evidencia los dos sabíamos que existía algo de química en todo aquello. Empecé a darles caña, ha hacer las típicas bromas delante de nuestras parejas de decir al despedirnos; “Bueno esta noche te espero a ti en mi portal, ya sabes llévate la ropa interior que a mí me gusta... y cosas y tonterías de ese estilo”. Al cabo de unos meses esas bromas eran muy comunes entre nosotros, esas pero más verbales ya que José, a veces hasta se colaba con sus comentarios, lo cual daba lugar a un pique continuo entre Patricia y Mari. Pero aún así no se nos hubiese pasado por la cabeza nada más. Un buen día estábamos Patricia y yo en casa viendo en Internet una Web amateur donde salían Parejas como nosotros y que nos gusta y excitaba mucho visitar. Cual seria nuestra sorpresa a ver que una de esas eran José y Mari, aquellas imágenes del coño abierto y húmedo, de penetraciones por todos lados y mamadas me vino por un instante a la cabeza la imagen de Mari riéndose, aquellas fotos de nuestros vecinos eran morbosas y excitantes tanto que Patricia y yo no pudimos evitar de follar en la ...
    ... misma silla del ordenador, Patricia se sentó encima de mí y era tal la excitación que llevábamos los dos que de cuatro empujones le llene su coño de leche mientras Patricia alcanzaba un orgasmo de los mas ruidosos. Después del polvo pensamos en como iban a ser nuestras relaciones con José y Mari ahora que los habíamos visto follando de todas las posturas imaginables y esas mamadas de Mari a José nada mas pensarlo mi polla se ponía tiesa. Patricia entonces tubo una feliz idea, me dijo y porque no contactamos con ellos atraves de email y le mandamos unas fotos nuestras, bastante camufladas para que no pudieran conocer la casa, la idea me pareció estupenda y nos pusimos manos a la obra, durante varias semanas a pesar de vernos en el colegio o por la calle o de vernos en casa ellos no sospechaban que la pareja de su misma ciudad que estaban intercambiándose fotos y comentarios de lo mas morbosos y viciosos éramos nosotros. Cuando nos juntábamos a tomar algo en su casa para asi evitar que las imágenes que les mandábamos por Internet le recordaran nuestra casa los comentarios subidos de tono aumentaban y yo notaba como Mari me miraba raro y sus miradas bajaban hacia mi paquete. Un día recibimos un correo de nuestros vecinos en el nos proponían que ya que éramos de la misma ciudad si podíamos vernos para cenar y tomar algo para conocernos mejor y eso si nos recalcaban que sin animo de ningún intercambio. Patricia y yo nos miramos al leer el correo y yo sin ningún corte le propuse a ...
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