La maestra 1ra parte - Relatos Eróticos

La maestra 1ra parte

... Mira nada mas como camina John, no me dirás que no es muy candente, o si? John: Te doy la palabra, pero sigo firme en mi palabra de no hacerle daño a Valeria. Ademas no puedes hacer que se acueste contigo macho, eres muy joven para ella. Yo: Lo pienso cada noche tío. Lo veo muy imposible. La maestra venia hacia nosotros hablando por teléfono algo enojada, y nos hizo señas a Carlos y a mi para que la acompañáramos. Nosotros dejamos a John y a Sara que finalizaran el discurso y emprendimos la marcha. Alcanzamos a oír que decía la maestra y no era muy agradable de escuchar ya que discutía con alguien. Ella colgó de un momento a otro y cambio de actitud a alguien mas agradable y feliz. Íbamos a la sala de profesores a recoger algunos diplomas que había olvidado, pero al pasar los tres ella bajo las cortinas y le puso seguro a la puerta. Carlos me miro y susurro: Carlos: Que pasa Lucas? Yo: No tengo idea, pero se ve interesante, actúa normal, sin nervios. Carlos: Vale. La profesora no pareció oírnos porque estábamos algo alejados para que pudiera leer nuestros labios y deducir que hablábamos. Diana: Bueno jovencitos, siéntense que tengo que hablar con ustedes, son los que me faltan por dialogar algo. Carlos y yo a la vez: Si maestra Diana llevaba ese día un pantalón azul oscuro elegante que no mostraba muy bien sus piernas pero si su gran trasero, y un saco del mismo color con una blusa blanca debajo. Diana: Creo que ustedes no saben aun por que los traje, pero les diré ...

... brevemente que pasa.Quiero que esto se quede en secreto. Ustedes son mis dos mejores estudiantes y quiero recompensarlos por sus logros alcanzados. Siganme. Carlos ni se inmuto y la siguió muy de cerca pegado a ella y yo los seguí algo alejado pensando en que nos daría, pero creo que ya lo saben. Antes de entrar Diana me dijo que volviera a subir las cortinas para que no sospecharan que pasara y rápidamente fuera a la habitación del fondo a la derecha que es una especia de sala con una mesa y varias silla, sospecho una sala de juntas de profesores. Al acercarme oi unos gemidos de Diana y Carlos, al cual le estaba dando una mamada muy rápida, y ya no llevaba ropa. Se podía ver su figura desnuda la cual me hipnotizo y me hizo excitar muchísimo, empalmándose mi pene en el acto. Pase y cerré la puerta para que tuvieran su privacidad y me empece a masturbar como loco para tenerla muy parada. Carlos gritaba sin parar, corriéndose a los pocos minutos y saliendo de la recamara donde estaba. Carlos: Dios Mio! Lars menuda mamada me ha dado, de las mejores que me han hecho tío, dale que tu sigues! Yo: Vale hermano, ahí voy. Pase a donde se encontraba Diana y estaba masturbándose mientras me miraba de arriba a abajo hasta tener el contacto con mi verga. Ella se fue acercando a cuatro patas y luego ya frente a frente nos besamos intensamente mientras ella me agarraba la verga y la movía arriba a abajo sin parar, a lo que yo agarre sus tetas y las empece a chupar sin parar, lamiendo sus pesones y ...