1. El desafío


    Fecha: 02/03/2019, Categorías: Voyerismo Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... la boca. “Eso sí que era una mujer”, pensé para mis adentros. A ella sí que la quería por horas y horas aullando de placer, y en varias posiciones; no sólo me conformaría con mojar la brocha.Al día siguiente le llegó el turno a Lorena, la menos recatada de las cuatro amigas. Y lo digo pues usaba muy cortas minifaldas y era evidente que no era ninguna ingenua en las cosas del amor. De hecho ella mostró más iniciativa; aún más que la Chapis.Fue idea de la Lore ir a los baños y en uno de los cubículos ahí ponernos a coger. Ella, incluso, se desnudó por completo pese a saber que cualquiera podría descubrirnos allí mismo. Sin mucho problema, alguien podría asomarse por arriba de la no muy alta mampara, cosa que justamente hizo Jime para grabarnos. La Lore ni cuenta se dio.Nos besamos con calentura mientras ya la penetraba. Parecíamos una pareja de novios bien prendidos, como si el apetito nos consumiera.Gocé de una buena e intensa montada por parte de ella. Cabrona flaquita, pese a tener poca chiche y nalga, sí que sabía moverse y darle justo gusto al cuerpo.Nunca antes me había llamado la atención, la verdad, ya que no estaba demasiado buena o bonita. Pero en ese momento me hacía poner los ojos en blanco con sus movimientos. Ahora que había descubierto las habilidades de aquella alumna, no las desaprovecharía.Cuando miré hacia arriba, para ver a la Jime; con cuidado de que la Lore no se diera cuenta; la vi más que satisfecha. Me sonrió complacida y se retiró.Para la última de ...
    ... las cuatro chicas, conocida como la Chío, tuve que representar el papel de loco y perdido enamorado. Con ella fue verdaderamente difícil ya que sus padres la cuidaban muchísimo; hasta iban por ella a la escuela. Estaba súper mimada.Así que tardé más en ganarme su confianza, e incluso la de sus padres. Aún ya interesada, me llevó más de tres semanas convencerla de coger. Como era la única hija estaba muy consentida. Pero al final, así como me abrí paso en su confianza, lo hice también entre sus pliegues vaginales que ya lamía en su propio cuarto. Lo que sí, me exigió que usara preservativo, ni hablar.Jimena acudió a la casa de Chío el día que me propuse desvirgarla; quería atestiguar por sí misma y hacer la grabación del evento. Se posicionó en uno de los corredores de la unidad habitacional donde Chío vivía y, por una ventana de la habitación, metió su celular, para así grabar lo que ocurría en el cuarto de la chica.La escena era especialmente cachonda: una chica virginal como Chío, entregándoseme a mí, que ya le llevaba algunos años de experiencia. Y no es que fuera experto pero me sentía orgulloso de haber logrado, no sólo desnudarla casi por completo siendo ella tan niña, sino que justo en aquel momento le lamía y lamía la estrecha e indemne vagina.Chío sólo había conservado la parte superior de su ropa y así se me entregó. Cuando por fin la penetré, rompiendo su inocencia y su himen para siempre, sabía muy bien que Chío ya no volvería a ser la misma chica que aún dormía con ...
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