1. Matrimonio y nuestro primer trio de forma inesperada


    Fecha: 02/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Primera Vez Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos

    ... Porque a mí no me hacía falta otro hombre, pero mucho menos meter a una mujer y lo de que tuviera yo algo con esa mujer, mucho menos, ni pensarlo. Me enfade porque todo me llevo a pensar que yo ya no le bastaba, mi mosqueo fue el más grande que me cogí hasta el momento y sin pensármelo lo mande a la mierda. Se dio cuenta de su error o de que lo había expuesto mal y a la semana volvió con el dichoso temita, la única variación es que me decía que le gustaría verme con otro, que le excitaba la idea. Un torbellino de pensamientos vino a mi cabeza y muchas preguntas. Aunque el vio mi perplejidad ante sus propuestas, no se rindió, las siguientes semanas fueron un acoso y derribo, de forma sutil, no paraba. Ya no tenía más argumentos y ya se hacía común que en nuestras relaciones íntimas, introdujera en sus o nuestras fantasías a conocidos, al principio intentaba que no me excitara, pero al final me ponía mucho. Mientras solo se contentará con eso todo estaría controlado. Luego vino la fase de que le gustaba que vistiera de una forma más provocativa, le gustaba que me miraran, pero yo le decía que era imposible vestir más provocativa, porque por ejemplo si me ponía más minifalda, directamente iría desnuda. Pero él no cejaba en sus deseos. No lo he dicho, los dos tenemos muy buenos trabajos y él tuvo que estar unos días fuera. Lo que aproveche para prepararme una buena argumentación para frenar sus deseos y que se tranquilizara. La primera noche después de su regreso, nada más ...
    ... cenar, me senté con él para hablar, haciéndole ver, que estábamos llegando muy lejos y se nos podía ir de las manos. A todo lo que yo decía, tenía mejores argumentos y como tiene muy buena palabra, me liaba. Lo único que me quedo por decir es que como el me veía, no quería decir que los demás me tuvieran que ver igual. Parecía que le di en la línea de flotación, porque se quedó callado, sin argumentos. Se quedó en trance, con un levísimo movimiento de cabeza, no decía nada, pero conocía esa expresión, algo tenía en su cabecita. Me soltó que, si no me enfadaba y que se lo prometiera, me enseñaría una cosa, que me demostraría que estaba equivocada. No me quise comprometer a nada y entonces se quedó tal cual. Mi curiosidad me pudo y al final cedi, se lo prometí. Me hizo acompañarle a la habitación donde tenemos nuestros ordenadores. Se sentó en el sillón y me hizo que cogiera el mío y me pusiera a su lado. Encendió el ordenador y se metió en una página de las “guarras” que decía yo. Me quise ir porque pensaba que me quería enseñar alguna película porno, me agarro y me dijo que esperase. Introdujo una clave y ¡BOOM! Vi una foto mía en bikini, sin que se me viera la cara. Luego fue pasando más fotos y todas similares, en distintas posiciones. He de decir que mi marido es un fanático de la fotografía. Sin perder la calma y al ver que las había publicado, le dije que era un cerdo, que no sabía cómo se había atrevido. No acabo todo ahí, me enseño los comentarios de los que las habían ...
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