Ana recibe su castigo en una calle oscura
Fecha: 04/03/2019,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... esposa, mientras el segundo se ubicaba entre sus piernas abiertas.De repente tomó a mi delicada mujercita por los tobillos y la hizo girar sobre el capot, ubicándola boca abajo. Me imaginé que venía lo peor.Le susurró al oído:“Qué hermoso culo hay aquí… seguro tu marido no te lo rompió nunca”.Anita comenzó a llorar y a patalear, tratando de zafar del abrazo del primer hombre, que la sostenía boca abajo, mientras le pasaba la lengua por la cara y el cuello.La situación me estaba produciendo una intensa calentura, a pesar de notar que mi esposa estaba sufriendo mientras estos desconocidos la cogían tan brutalmente. Sentía que mi verga estaba a punto de estallar, cuando el tercer hombre que me mantenía esposado se dio cuenta de ello. Con una sonrisa me abrió el pantalón y se inclinó para chuparme mi pija erecta.Jamás había experimentado eso, nunca otro hombre me había practicado sexo oral, pero me sentía en la gloria, sintiendo su lengua recorrer todo el largo de mi miembro. Cerré los ojos y traté de pensar que no me lo estaba haciendo un hombre, hasta que no pude aguantar y terminé explotando dentro de su boca. El tipo se tragó todo mi semen y me dejó tranquilo, justo para ver como el segundo atacante comenzaba a sodomizar a mi mujercita.Sus gritos de dolor fueron desgarradores, ya que este bruto se la metió de una sola vez hasta el fondo, sin siquiera haber tratado de abrirle un poco la entrada del estrecho ano con sus dedos. Así la sometió a ese castigo durante un buen rato, ...
... mientras mi esposa lloraba y aullaba de dolor, pero el bruto siguió penetrándola cada vez con más ímpetu, sin importarle nada sus desgarradores gemidos. Finalmente le acabó adentro y se retiró muy despacio, refregándole su todavía endurecida verga entre los inflamados labios vaginales, dejándola totalmente abatida sobre el auto, como si fuera una muñeca rota.Repentinamente los tres desconocidos desaparecieron y entonces pude ponerme de pie, y acercarme a mi esposa, que seguía con su pecho apoyado sobre el auto. Su cuerpo estaba todo magullado, tenía marcas de zarpazos en las caderas, sus redondeadas nalgas sucias de semen y sus dos orificios dilatados e inflamados.La habían dejado destrozada. Mientras trataba de consolarla, sentí que me tomaban de las muñecas y me liberaban de las esposas.Era Ricardo, sonriente como siempre y con una filmadora en la mano. Había grabado todo lo sucedido, para su colección personal, me dijo.Se acercó a Anita y le metió bruscamente un par de dedos en el culo, sacándolos llenos del semen del atacante desconocido.“Ves que te pueden pasar cosas feas por tu mal comportamiento?”Entonces entendí que todo lo había organizado este hijo de mil putas, para demostrarnos que podía hacer con nosotros lo que se le antojara.Hizo arrodillar a Ana delante de él y mientras se desabrochaba la bragueta le dijo:“Estos chicos olvidaron usar tu boquita, ahora es mi turno…”Mi esposa abrió sus deliciosos labios y se tragó esa endurecida verga. La chupó durante un buen ...