La perversión de Martha (II)
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Intercambios
Voyerismo
Autor: templaria 37, Fuente: CuentoRelatos
Martha parecía un flan, temblaba y me miraba “¡¡¡Pero tú estás loco!!!… como se te ocurre invitarlos aquí, no sabemos quiénes son” atino a increparme mientras temblaba y entre mis manos sentía su excitación, “esto no está bien… yo no los voy a dejar entrar” me decía en un tono algo de rabia por haberlos invitado, mi excitación era increíble y no iba a dejar que una oportunidad de esas se me fuera de las manos, Debía pensar rápido antes de que Martha recobrara su confianza y arruinara el momento; “tienes razón… es una locura”… “yo estoy tan asustado como tu... Pero también estoy muy excitado mira mi verga como esta… solo quiero jugar contigo mientras ellos nos miran” Martha miraba mi pene e instintivamente bajaba una mano y lo agarraba entre ella “hagamos una cosa... Déjalos que entren y jugamos un rato todos, que ellos nos miren, nosotros los miramos y veamos que pasa… Te prometo que no haremos nada que tu no desees o quieras…” “te parece amor?” Martha me mira como con indecisión pero ternura, y luego de exhalar y soltar un suspiro nervioso y entre cortado se dirigió ella misma a la puerta, y dándome la espalda temblando espero a que golpearan, “toc… toc… nos dejan pasar por favor ¿??” Una voz entre cortada se escuchaba al otro lado de la puerta, Martha puso su mano en la perilla y como quien no quiere la cosa la giro un poco, lo suficiente para que el seguro se soltara y la otra chica abriera desde afuera. No sé cuántas cosas pasaron por mi mente, pero era una escena muy ...
... sensual ver que Martha de espaldas a mi daba un paso hacia atrás para que la otra chica entrara mientras su pareja se quedaba afuera; la chica miro pícaramente a Martha y le dio un besito más pico tierno que besito, el cual la sorprendió sin dejarla reaccionar y volteo a ver a su pareja que no quería entrar, lo tomo de su brazo y casi lo obligo a la fuerza a entrar; claro que ayudo también que el timbre del ascensor sonó y el pobre hombre entro antes de que lo vieran ahí en bola parado a mitad del pasillo sin un motivo lógico. Nos miramos todos en silencio como por un minuto tal vez menos pero para mí como para todos fue eterno, hasta que la chica se quedó mirando mi pene que parecía estallar de lo hinchado que estaba y volteo a mirar el de su novio que no se paraba, se notaba que estaba igual de asustado que Martha, “parece que los que queremos marcha somos tu y yo… los demás se van a orinar del susto…” y soltamos todos una carcajada nerviosa. La chica se acercó a Martha atinando a decir… “Hola princesa me llamo Sandy, mi amigo que es tímido como tu Erick” abrazando a Martha que no sabía que hacer y volviéndole a dar otro beso ya más sensual “como estas de nerviosa, tiemblas como gelatina jajaja… pero me gusta como tienes tus téticas de rígidas…” Sandy así se llamaba, por fin conocía su nombre que hacia juego con esa personalidad medio putesca, medio ninfómana, había puesto muy nerviosa a Martha pues no dejaba de acariciarle su espalda con una mano y con la otra sus senos; ...