1. De matrimonio roto a matrimonio sumiso y feliz III


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Dominación Incesto Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi consentimiento, si no te ordeno nada tu posición será de rodillas con el culo apoyado en los talones puta. -Cristina.- Si mi Señor (esto lo decía con las lágrimas saltadas), no volverá a pasar. -Lo se puta sé que no volverá a pasar, ahora vete a buscar una crema para que le cures el culo a la maricona de tu marido perra. Me dirigí hacia el maricón que no se había movido de la postura en que lo deje y termine de darle los azotes que le faltaban. Cuando termine le dije que no se moviera que mi perra lo iba a cuidar y a hidratar. Cristina llego en seguida con la crema y yo indicándole con el dedo que no hablara, le di el dildo para que se lo metiera y se lo asegurase con las correas, y acercándola al maricón, le dije que le diera crema por las nalgas y le lubricara el culo, esto ultimo se lo dije bajo, pero creo que no tanto porque vi que la caraba le cambiaba. Esta se acercó a él y empezó a aplicarle la crema y cuando empezó a darle crema en el culo este se volvió y al ver lo que tenia su mujer puesto puso cara de miedo, pero no dijo nada. -Cristina.- Señor si no me lo follo ya me voy a correr, con lo que tengo dentro no voy a poder aguantar mucho. -Perra como te corras sin mi permiso vas a recibir unos cuantos azotes. -Cristina.- Lo intentare Hacia verdaderos esfuerzos para no correrse la muy perra. Cuando vi que ya había lubricado bastante el interior del culo le dije que se lo follara, le pedí al maricón que pegara la cabeza al sofá a fin de que mi perra llegase, pero ...
    ... aun así no llegaba, por lo que le dije al maricon que se pusiera a cuatro patas, y fue perfecto aunque ella tenia que flexionar bastante. Cristina se puso detrás y sin más miramientos se lo metió de golpe y era un dildo de cinco centímetros de diámetro por veintidós de largo, y el chillido que dio él, se tuvo que escuchar a mucha distancia, pero enseguida empezó a resoplar y a gemir el muy maricón. -Cristina.- Te gusta maricón, te gusta perro, eres una mierda de hombre, uffff, que gusto follarte mierdecilla, gracias Señor, pero no aguanto más me puedo… agggggggggg, me corro, me corro, lo siento Señor, lo siento. Le ordene que siguiera follándose al maricón y mientras lo hacia se corrió otras dos veces más, hasta que; -Maricón.- Señor me puedo correr, no voy a aguantar más Señor. Le di una jarra de porcelana o de barro que había en una estantería del mueble. -Si te puedes correr, te lo has ganado, pero dentro de esta jarra -Maricón.- Gracias uffffffffffffffffff, agggggggg, me corro La verdad es que fue una bestialidad, jamás había yo tenido una corrida como esa. Le ordene a Cristina que se saliese de culo de su marido, y que se quitara el arnés, y cogiéndola del pelo la lleve al sofá y la hice poner en la misma postura que antes había puesto a su marido, por lo que pensó que la iba a azotar, por eso cuando sintió que le metía mano en la cintura para sacarle más el culo y sobretodo cuando sintió mi polla entrar sin miramientos en el culo, pego un grito como de terror, pues se la ...
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