1. Soy la puta de mi ahijado (VI)


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos

    ... asuste, media el doble que la polla de Raúl y era el doble de grueso. Yo solo había probado el pene de mi marido y el de Raúl que ya me entraba justo. Yo pensé que ese monstruo de vibrador no podría entrarme, pero me equivoque. Mi ahijado apartó a su amigo Juan, que dejo de chuparme mi chochita y se puso a un lado. Entonces Raúl comenzó a introducir dos dedos llenos de vaselina en mi coño. Luego también embadurno con la vaselina el consolador-vibrador, lo puso a la entrada de mi cueva y empezó a empujar poco a poco. Nacho y Manolo para ver cómo me lo entraba y comenzando a masturbarse, se colocaron de tal forma que no pudieran perderse detalle. Sin embargo Juan se puso al lado de mi cara y con su polla bien tiesa (tenía un buen tamaño era muy parecida a la de Raúl, aunque yo creo que un poquito más gorda y un centímetro al menos más larga) me la acercó a mi boca y dándome una orden me dijo: “Chúpamela guarra, mientras tu ahijado te mete el consolador-vibrador, venga que lo estas deseando de esa forma te distraes chupándola y te dolerá menos cuando te entre mi amigo ese pedazo de pollón artificial, putilla” Yo me quedé sin saber qué hacer y entonces mi ahijado, a la vez que introducía en mi coño, la punta del consolador-vibrador me dijo: “Ya has oído, sé una buena puta y chúpasela” Abrí la boca y comencé a chupársela. Ahora tenía una polla en la boca y en mi coño entrándome, lo más grande que en mi vida me había entrado en él, ese monstruoso consolador-vibrador, que ya se ...
    ... había introducido hasta el glande del mismo. Me estaba doliendo a medida que me lo entraba, pensaba que no me entraría pero si lo estaba haciendo. Yo no quería chillar, aparte de que la polla que tenía en mi boca me lo impedía, pero por mis ojos comenzaron a salir lágrimas de dolor. Raúl dio al botón de encendido y el aparato se puso a vibrar y a la vez me le empujaba cada vez más a dentro hasta que consiguió entrar al menos 28 o 30 centímetro de los 50 que medía el aparato. Luego comenzó a moverlo a dentro y a fuera con saña como si me estuviera follando con él. Mientras que con la mano libre se masturbaba él también como hacían sus otros amigos. A mí se me estaba pasando el dolor que sentí al introducirme la polla de látex y ahora comenzaba a sentir bastante placer con ella, (me sentía completamente llena, estaba rozando y pegada a las paredes de mi vagina, las cuales estaba dilatando al máximo) y al tener en mi boca la polla extraordinaria de Juan. En pocos minutos no pude aguantar y comencé a correrme como una loca llegando a enlazar varios orgasmos, y derramando gran cantidad de líquidos por mi coño, tantos que parecía como si me estuviera meando. Nunca me había pasado. No podía gritar porque Juan no permitía que dejara de chuparle su polla, me sujetaba con su mano mi cabeza para impedirme hacerlo. Entonces Raúl dándose cuenta de mi corrida les dijo a sus amigos: “¡Miren se está corriendo tanto que parece que se estuviera meando! Joder Maribel como estás gozándolo, pedazo de ...
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