Historia de Lu: De vuelta al trabajo
Fecha: 25/10/2017,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Erotismo y Amor
Autor: The Magician, Fuente: CuentoRelatos
Para Malika Eran las ocho treinta y cinco de la mañana, cuando el avión de Lu aterrizo en el aeropuerto de la Ciudad de México, dándole fin así, a las tan merecidas vacaciones que llevaba planeando desde hacía muchísimo tiempo. Había logrado al fin su sueño de conocer Italia, que por X o Y siempre había dejado de lado. Pero ahora que había regresado, se encontraba feliz, repuesta y más que lista para regresar al trabajar, deseando en los próximos días atender a tantos de clientes como le fuese posible. Solo pensar en ello hizo que su piel se erizara. Comenzó a sentirse tan excitada que mientras arrastraba su maleta por los pasillos de la terminal, casi podía sentir las miradas de quienes se cruzaban en su camino. Una de ella era la de Benjamín —Benny de cariño—, su joven asistente que ya la estaba esperando en la entrada con el carro listo para llevarla a su casa. Lu no pudo evitar la emoción de verlo, de inmediato acelero el paso. Cuando por fin estuvo lo bastante cerca, lo abrazo tiernamente, como si se fuese algún familiar a quien no hubiera visto en muchos años. — Que gusto volverla a ver, jefa —le dijo mientras besaba su mejilla y le recibía la maleta para meterla en la cajuela de carro. — El gusto es mío, Benny —dijo ella—. No tienes idea de cuánto te extrañaba. — También yo a usted, no crea que no. Pero no fui el único; ya desde ayer no han dejado de llamar preguntando cuando pueden hacer una cita. — Vaya, vaya, vaya —respondió mientras dejaba que Benny le abriera la ...
... puerta—Pásame el teléfono ahorita que entres, Benny, corazón. — A la orden, jefa. El muchacho cerro entonces la puerta y tomo su lugar en el asiento del conductor. Mientras ponía en marcha el carro, abrió la guantera para sacar de ella un pequeño bolso de piel sintética. Se lo entrego a Lu, quien a su vez extrajo un pequeño teléfono celular. Dejo el bolso a un lado de su asiento, para poder sostener mejor el aparato. Estaba feliz de tenerlo de regreso, tanto que sus manos temblaban mientras introducía el código de acceso, pues al ser una de sus principales herramientas de trabajo, se sentía incompleta al no tenerlo todo el tiempo con ella. Y aunque había disfrutado profundamente haber salido unos cuantos días de la rutina, nada le encantaba más que oír la voz de algún caballero, (o de alguna dama) llamándole por su nombre para solicitarle unas cuantas horas de su atención. Así que más pronto de lo que había imaginado, comenzó a enviar mensajes a sus clientes, así como a anunciar en dentro sitio web, que estaba de vuelta y que en cuanto quisieran podían comenzar a atenderlos a partir de las tres de la tarde. Las llamadas no se hicieron esperar y en menos de un parpadeo ya tenía una sesión programada para esa hora. — Bueno, Benny —dijo sonriendo a su asistente—, hay que ir a prepararnos ¿pero qué te parece si vamos primero a un restaurante? Todavía no he desayunado y me imagino que tú tampoco ¿o me equivoco? — Por mí no se preocupe. De veras. — No digas tonterías —contestó con ...