La sumisión de Raquel II
Fecha: 15/03/2019,
Categorías:
Dominación
Incesto
Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos
... soltara hablando como la perra en la que la quería convertir. -Raquel.- No mi Amo no me he meado, pero estoy terriblemente excitada y con ganas de que me use, quiero volver a sentir como ayer mi Señor. -Muy bien puta, lo harás, si sigues así te convertirás en una buena puta, además de que tu madre te adiestrara en mi ausencia. Empecé a abrir cajón por cajón y en el primero estaban todas sus bragas, saque el cajón entero y tire al suelo todo su contenido ya que todas las bragas que había eran horribles, de todos los colores pero antiguas. -Que bragas son estas perra? -Raquel.-Señor estas son las de diario, son las que uso normalmente. -Pues todas a la basura perra, jamás quiero que uses algo tan feo y asqueroso para la vista. Abrí el segundo cajón y estaba lleno de calcetines tipo media y de pantys de todos los colores y dibujos y alguno tengo que reconocer que muy bonitos, pero hice lo mismo que con el primer cajón, tire todo su contenido al suelo. -Como te dije ayer a partir de ahora solo medias o nada, jamás usaras un calcetín de este tipo, lleves lo que lleves perra. -Raquel.- Así será Señor, será lo próximo que haga renovar todo esto a su gusto. En el tercer cajón estaba lleno de bragas, pero la mayoría de seda y muy de mí gusto a excepción de algún color beige o champán, que cogí y también las tire. En el siguiente cajón solo había sujetadores compañeros a las bragas que tire, por lo que fueron también todas al suelo. Y en el último cajón de esa cajonera estaban ...
... también los sujetadores compañeros a las bragas de mi gusto, así que tire todos los que no me gustaban su color. Ana mientras tanto estaba sentada en la cama observando con una sonrisa todo lo que estaba aconteciendo en el vestidor, viendo como su hija solo se limitaba a asentir y observar como iba yo tirando todo lo que no me gustaba. Yo seguía con mi inspección, y ahora me fui a la otra cajonera donde ella me dijo que todo lo que había eran calcetines y ropa deportiva que usaba para el gimnasio, yo los fui abriendo uno a uno, y tire toda la que no me gustaba, había algunos sujetadores deportivos que fueron todos al suelo así como alguna braga tipo culote, que también las tire, de ahí me fui a donde estaba toda su ropa y observe que tenía más pantalones que faldas, todos muy bonitos y pijos. -Los pantalones te los voy a dejar no los voy a tirar, aunque sé que el cornudo de tu marido no se iba a dar cuenta, tampoco quiero ponerte en un compromiso, pero no los usaras jamás a no ser que yo te lo diga, como has visto te he tirado toda la ropa interior deportiva, a partir de ahora iras al gimnasio sin ropa interior, y cuando tenga más tiempo iremos a comprártela a mi gusto, ahora solo tienes chandals y algún que otro pantalón, pero son feos y nada ajustados. -Raquel.-Gracias Señor por dejarme la ropa, pero mi marido no es un cornudo y no... No le dio tiempo a terminar pues le di un bofetón y le dije que su marido era un cornudo igual que su padre, pero que se lo merece por no saber ...