Hermanos que a solas juegan
Fecha: 15/03/2019,
Categorías:
Lesbianas
Tabú
Autor: aliciawonders, Fuente: xHamster
... liviana y jugaba con ese poco peso, se levantaba varios centímetros evitando que la verga dura se saliera completamente, y volviendo a adentrarla en su corta profundidad. A Petit se le caían los cabellos sobre su rostro, su boca abierta jadeaba y se entreveía entre los hilos dorados a la luz de la lamparita. Las tetas se bamboleaban y tras cada balanceo Evant desmayaba un poco, bajaba su mirada para concentrarse un poco en el control, miraba el ombligo de su hermana, y era una dulzura sutil y pequeña, entonces veía más abajo, y cuando veía como las venas de su pene se perdían entre los labios de Petit, la desesperación cobraba fuerzas, quería llenarla, llenarla a toda costa. Ella presintiendo lo que podría pasar se detuvo, esperó a que Evant tomase un respiro, y tras medio minuto que él agradeció, ella se dio vuelta y en la misma posición de Evant, ella misma introdujo de nuevo el falo de su hermano. Evant pensó que necesitaba más tiempo para recobrar la compostura, esas nalgas que se cerraban y volvían a separarse mientras ella levantaba el culo al aire, habrían hecho que se viniera sólo con mirar. Él podía ver plenamente los lugares más ocultos de ella, él quería levantarse de golpe y sacrificar aquellas embestidas con tal de probar esos labios, meter la lengua hondo, y besar cada centímetro de esas partes que ya no eran tan secretas. Continuaron así unos deliciosos minutos, Evant acariciaba las pequeñas plantas de los pies de Petit, y le recorrían cálidos temblores por ...
... las piernas hasta llegarle al centro de su pecho.Entonces el plan previo le pudo más, agarró a Petit del culo para que ella se detuviera en sus vaivenes, él se acomodó bien, retirándose hacia atrás, se acercó a ese corazón formado por las dos bellas nalgas y se deleitó con los sabores de esa piel, de esa vagina jugosa, de ese pastel de lujuria, lamió cada hendidura, y Petit con aquellos húmedos besos se vino, su orgasmo le llegó con un hermoso temblor en su abdomen que le bajaba hasta las piernas. Y Evant teniéndola allí a ella en la posición favorita de muchos, la cogió de las caderas y la embistió con muy poco control sobre sí mismo. La llenó en seguida de su leche, descansó su tórax en la pequeña espalda de su hermana y le agarró las tetas, continuado en lo que estaba, metiendo su pene en esa vagina favorita y chorreante. Como si intentase asegurarse que sus propios líquidos llegaran seguros hasta el pequeño útero, ese de su queridísima hermana. Entonces ella chilló, y en medio de algunas palabrotas, se desesperó y se dejó llevar por su segundo y potente orgasmo que hizo que le flaquearan las piernas, haciéndola recostar finalmente cansada y rebosante de satisfacción. Pero Evant no decaía, siguió sobre ella, que parecía sin ninguna fuerza, siguió penetrándola, mientras le agarraba las nalgas, jugando y deleitándose con ellas. Así hasta que su pene descansó, se dejó caer sobre ella y sintió que un sueño agradecido lo invadió, y allí mismo se quedó, dormitando en momentos sin ...