1. Mami qué será lo que quiere el negro


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Primera Vez Sexo Interracial Autor: Fireinyourbed, Fuente: xHamster

    ... diferente a la gente elegante de nuestros barrios. Al final intentamos entrar en uno de los principales locales de la zona antigua. Había una gran cola y aglomeración en la puerta, era una noche en que era imposible entrar, y ni lo intentamos, empezamos a caminar a ver si encontrábamos otro local con menos gente. Entonces se nos acercaron dos hombres negros enormes de aspecto muy impresionante que estaban apoyados en la pared del local mirándonos. Iban vestidos con tejanos claveteados, camisetas negras y botas.-Eh, babys, ¿Donde ir vosotras? ¿No entrar aquí, nenas? -nos dijo, con acento africano el más alto y fuerte, un hombre bastante mayor pero atlético y musculoso, de unos cincuenta años, con los tejanos apretados, una camiseta negra sin mangas, unos bíceps enormes completamente tatuados, unas muñequeras de cuero negro, un pendiente en la oreja izquierda y un cráneo completamente rapado al cero. A su lado, el otro negro, algo más bajo y con una barriga claramente marcada, vestía igualmente tejanos y una camiseta con dibujos de un grupo musical. Llevaba barba de unos días, y unos cabellos largos algo canosos recogidos en la nuca con una coleta.Los dos impresionaban, tenían todo el aspecto de ser tipos muy peligrosos, pero nosotras no nos sentíamos intimidadas por nada. Íbamos de marcha a pasarlo bien y a tener una aventura con tíos. Le susurré al oído a Marta:-Mira, dos machotes que ya se creen que se van a ligar dos nenas perdidas en el barrio…Yo miré fijamente al negro ...
    ... que había hablado y le contesté:-Es imposible entrar aquí, ya se ve, está muy lleno, buscaremos otro lugar.-¿Vosotras querer entrar aquí, bonitas? –volvió a decir el hombre de cráneo pelado.-Queríamos, pero no se puede, ya ves la cola para entrar.- contesté, tuteándole como él a nosotras-Bueno, nenas, nosotros arreglar si vosotras querer. Nosotros ser amigos de amos de la casa y entrar por puerta pequeña. Si venir con nosotros vosotras entrar dentro, ahora no problema, preciosas.Marta y yo nos consultamos con la mirada. Bueno, sería chulo saltarse toda la cola entrando con aquellos negros y, además recordamos que habíamos no tener miedo a nada de aquel barrio y ser atrevidas. O sea, que aceptamos. Les hicimos un signo de asentimiento a los dos hombres.-OK, babys, venir. – nos dijo el negro de los brazos tatuados.Me miró sonriente, y me tomó de la mano, llevándome hacia una pequeña puerta que había justo al doblar la calle. El otro hombre, el de barriga y pelo recogido en coleta, se llevó a Marta, como si ya se hubieran emparejado de forma rápida cada uno con una de nosotras. Evidentemente, el de cabeza rapada me había elegido a mi, lo que no me extrañó, soy la más guapa de mi grupo de amigas, los chicos del colegio dicen que estoy buenísima y sus padres –incluso el de Marta- a veces no dejan de mirarme disimuladamente, aunque yo me doy cuenta y me divierte verles con los ojos clavados en mis muslos.Entramos, y enseguida estuvimos en la pista principal de la discoteca. Era ...
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