Acoso por telefono - Relatos Eróticos

Acoso por telefono

Todo debió empezar por la amistad y el cachondeo . Entre ellos se llaman primos pero no los son. Pero lo cumplen a la perfeccción , a la prima se le arrima. Ella entra al trapo y se mansosean. El caso es que una vez pasado un tiempo ella me lo contó. El amigo le susurraba y le hacía proposiciones . Una escena morbosa porque empezó a darle cuerda para ver hasta donde llegaba. Los jadeos subían de tono y el lenguaje soez también. Ella misma se calentaba pero colgaba , eso me decía al menos. Pero ella estaba excitada porque no aseguraba que era él , pero como creía que sí , ello le ponía más. La tarde que recibía llamada la pasaba con un flujo excesivo y se tocaba los pezones de gusto. Cuando follábamos ese día la apertura del chocho era incréible , estaba totalmente mojado . Ella enseguida entraba y se perdía . A cada empujón de mis ancas respondía con gritos . Luego me confió que pensaba en él y ello le producía más satisfacción. Empezamos ensoñaciones de trío con él y yo también me excitaba con la situación. La tentación era grande sólo había que certificar que era él y meterlo en la cama con ella. Yo para entonces estaba dispuesto a ello , pero , el pero es que era amigo y ello crea dependencia mayor y no se sabe el final. Por ello le propuse citas con extraños en ciudades que no fueran la nuestra. Y se cumplió el destino , en pleno Caribe . Unas vacaciones en un hotelazo y un maromo que se la calzó del todo. En la discoteca empezó ...

... todo , la sacó a bailar y tonteando tonteando , hasta la cama. Como estaba cerca me pidió paz y tranquilidad y tiempo, mucho tiempo. Los dos subieron y yo como loco abajo. No pude más y a la hora subí . Afortunadamente no me oyeron pero ya tenía los argumentos preparados para comunicarles mi decisión de presenciar el acto. No hizo falta , los preludios habían empezado y los sonoros besos rebotaban en mi mente y me empalmé. Mi visión era nula pero se oían los ruidos de las chupadas . En un intento de saber más miré tras la esquina y allí estaban , él de misionero y ella recibiendo el castigo. Gritaba la muy zorra . Me corrí en la mano y tuve que lavarme . El ruido del lavabo lo oyeron pero no le dieron importancia así que volvieron a la carga hasta el final. Mi posición detrás de un sofá vió la despedida y una vez acabada me lancé sobre ella . Estaba hermosa y mojada , muy mojada . Me tocaba la frente y me dijo que ya estaba satisfecha por la promesa que le ofrecí y que a partir de ahí sólo sería suya y nada más . Hoy nos hemos dado libertad mutua para nuestro placer propio por si aparece algo que nos estimule. Y no nos va mal. Gracias al amigo que nos metió el gusano de los cuernos tenemos una sexualidad mucho más fluida . Los dos vemos porno y nuestras fantasías caminan a la par . No tenemos secretos y por ahora ella me cuenta todo lo que le acontece. Si supiera el amigo las andanzas de ella , se volvería loco. Y sin probar un bocado.