Mi esposo se enojo porque me emborrache y cogí.
Fecha: 21/03/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: tranquilita, Fuente: RelatosEróticos
Mi esposo se enojó porque me emborrache en una fiesta, me dejo ahí y se fue a la casa, siempre había hecho lo que él había querido en nuestros 10 años de casada y siempre me decía lo mismo pórtate bien, no hables demasiado, cuida tus modales, son mis clientes. En fin aproveche esa noche en que no iba a ver gente muy importante para él y que muy pocos lo conocían y decidí comprarme para esa noche un vestido un poco más sexi y sensual. No soy tan fea, ni tengo tan mal cuerpo, además creo que todas tenemos derecho a sentirnos admiradas por lo menos una vez en la vida, y desde que salimos ya iba peleando por mi vestido que aunque era largo y de dos piezas, decía que el escote era muy pronunciado y que la abertura del vestido que llegaba poco arriba de la rodilla, era de piruja. Creo que no era para tanto, se que ha trabajado mucho para darnos comodidad pero yo también tengo derecho a lucirme. Reconozco que esa noche bebí en exceso y mientras estábamos en la mesa vi a un par de señores de muy buen ver y discretamente brinde con uno de ellos, poco después uno de ellos se me acerco y me invito a bailar, voltee a ver a mi esposo que molesto y con un gesto de desaprobación que ignore, acepte. Empezamos a bailar y sin querer rose su pene con mi mano, con lo mareada que estaba eso me éxito muchísimo, en ese momento me dijo; “tu acompañante ya se va”, me dio tan fuerte el calor, ya que nunca había estado ni sentido a ningún otro hombre que no fuera mi esposo, y con una voz entre ...
... nerviosa y excitada le respondí; “a no importa”. Poco después me llevo a su mesa y después de tomar otro trago me invito a bailar a la disco que había en el hotel, de inmediato yo le dije que sí, pero me dijo que estaba acompañado por un amigo. Inocentemente le dije que lo invitara, nos fuimos a la disco, cuando llegamos note de inmediato que estaba casi llena de puras jóvenes con minifaldas y escotes pronunciados. Nos sentamos en una mesa y trajeron unas copas, la mía me tome casi de un trago, viendo las piernas y los escotes de esas muchachas, pensé que aun tenia piernas y senos firmes y porque no mostrarlos. Así que me levante y solo les dije; “voy al tocador”, como todos unos caballeros se pusieron de pie. Cuando llegue al baño me quite las medias, la falda y el brasier, y me quede con el puro jersey del conjunto que era lo suficiente mente largo para pasar por mini falda, no traía tanguita porque mi esposo jamás me hubiera permitido comprármelas pero creo que mis pantaletas no desmerecían. Cuando llegue a la mesa se volvieron a poner de pie pero los dos me miraron de pies a cabeza, por primera vez en mi vida me había sentido deseada, al quitarme el brasier el escote se había pronunciado aun mas, y al sentarme lo corto del jersey, dejaba ver casi todo mi muslo. Sobre la mesa ya había otra copa para mí, la que me empecé a beber también rápidamente, uno de ellos me invito a bailar, yo ya estaba con un descaro excesivo, así que baile con los dos alternadamente y no dejaba pasar la ...