Mis hermanos me iniciaron en el mundo del sexo
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Un día en que me levanté como otro cualquiera acabé descubriendo una divertida práctica de mis hermanos que se decidieron a iniciarme en el mundo del sexo. Ellos dos me desvirgaron y me hicieron pasar el día de mi vida. Así fue como empecé a follar. Me llamo Paul y soy de Estados Unidos, mi familia y yo vivimos en California, cerca de la playa. Tengo dos hermanos mayores Rick (18 años) y Adam (17). La historia que voy a contar sucedió hace unos años, cuando yo aún tenía 15 recién cumplidos. Todo empezó una mañana que yo y mis hermanos fuimos al jardín a jugar al baloncesto. Yo no era muy alto para mi edad y, aunque hacía mucho deporte, no tenía mucho músculo. Mis hermanos en cambio eran ambos al menos 40 cm. mas altos que yo y tenían unos bonitos y marcados músculos. Rick jugaba a football americano y tenía un cuerpo gigantesco y era muy fuerte mientras que Adam, que hacía natación, estaba mas estilizado y se depilaba para las competiciones. Yo envidiaba los cuerpos de mis hermanos y entrenaba mucho para parecerme a ellos. Ellos me ayudaban y, desde que tenía 12 años, me llevaban con ellos a hacer deporte, a correr o simplemente a echarnos unas canastas. Teniamos una relación muy cercana ya que nuestros padres trabajaban mucho y no nos hacían mucho caso. Aquel día de verano yo me levanté tarde. Hacía mucho calor así que me puse unos calzoncillos, unas bermudas y una camiseta vieja. Pensé en coger el bañador e ir a bañarme a la playa cuando Adam entró en la habitación. Su pelo ...
... rubio estaba mojado así que supuse que él ya habría ido a darse un baño: -Eh Paul! Por fin te despiertas, Rick y yo vamos a echar unos triples y puede que juguemos un partidillo; ¿Te apuntas? -Ahora no, iba a ir a la playa. -Ya irás luego cuando haga más calor, vente a jugar con nosotros. - Lo dijo con un tono muy persuasivo, como si estuviera muy interesado en que fuera a jugar así que pensé que tal vez les apetecía de verdad que fuera. -Vale, -dije- iré con vosotros. -Luego habíamos pensado en ir a comer, ok? -Ok. Y dicho esto salimos al jardín. En la parte trasera de la casa había una pequeña cancha de hormigón en la que solo había una canasta y estaba vallada con una red para que no se escaparan las bolas. Rick ya estaba allí, se había sacado la camiseta y su gran torso, recubierto de un fino vello, brillaba al sol por el sudor. Adam nada mas llegar a la cancha se quitó también la camiseta así que yo hice lo mismo. Los tres nos pusimos a jugar. Adam y Rick no tenían piedad conmigo y a la hora del juego se comportaban como profesionales de la NBA. Decían que así me ayudaban a mejorar. Estuvimos tirando unos triples un rato pero en seguida comenzamos un partido amistoso a tres bandas. Me dio la sensación de que no dejaban de marcarme y que me pasaban expresamente la pelota para pegar sus cuerpos al mío. Constantemente tenía que sacármelos de encima y entonces ellos se reían cuando les tocaba, como si fuera una especie de broma entre los dos. El calor me molestaba muchísimo ...