Pillaso oliendo las bradas sucias de Julia - Relatos Eróticos

Pillaso oliendo las bradas sucias de Julia

Julia entró y me sorprendió oler sus bragas. Hemos estado compañeras de habitación durante un año, y ella siempre andaba en trajes de spandex apretados, así que después de tanto tiempo no pude resistir y entré en su habitación y olisqueó sus bragas cada vez que ella estaba fuera de la casa."¿Qué estás haciendo?" -preguntó Julia con voz serena pero severa. Me congelé en vergüenza cuando me miró, no pude encontrar una respuesta. Ella caminó lentamente y dijo: "Entonces, ¿cómo huelen, te gusta el olor de mis bragas?"La miré y tartamudeé, incapaz de explicarme con una explicación razonable. Se acercó a mí y agarró mis mejillas y las apretó para que mis labios se fruncieron. "¿Cuál es el punto en oler las bragas limpias en mi tocador sin embargo? Disfrutarás de los sucios más creo" Ella apretó mi cara aún más fuerte y empujó hacia abajo, diciendo "¡Ponte de rodillas, las manos detrás de tu espalda!"Su voz era tan exigente que no podía ignorar sus órdenes, y cayó de rodillas. Levantó la cabeza y me dijo: "Abre tu puta de la boca" y cuando abrí mi boca la vi sonreír y dejar que una enorme gota de su escupitajo cayera de sus labios directamente en mi boca, luego cerró mi mandíbula cerrada, sosteniendo sus dedos sobre mis labios, y me fulminó con la mirada, diciendo: "Tragadlo perra".Tragué su escupitajo mientras la miraba directamente a los ojos, luego se echó a reír y me soltó la cara. "Quédate ahí puta" mientras caminaba hacia su cesta de lavandería, que estaba llena de ropa sucia. ...

... Ella metió la mano en la cesta y sacó un par de bragas rosadas, donde pude ver claramente manchas de algún tipo de líquido, con suerte sólo sudor. "Julia, por favor." Empecé a mendigar, pero ella ordenó "cerró puta" mientras me metió las bragas en la cara, cubriéndome la nariz y la boca, casi me golpeando hacia atrás hasta que me cogí con mis manos.-¿Te he dado permiso para quitarte las manos a la espalda? Ella preguntó mientras me agarraba la garganta, sosteniendo mi cabeza por mi cuello. "No Julia" me las arreglé para ahogarme por la fuerza de su mano en mi garganta. Entonces ella me tiró hacia abajo sobre mi estómago y puso su pie desnudo en mi cara, asegurándose de presionar hacia abajo en mi boca así que fui obligado a oler sus pies. "Te cogí en mi habitación, cuando nuestro acuerdo fue que no te permitían entrar aquí sin mi permiso, y claramente estás demasiado avergonzado para pelear, así que voy a hacerte mi esclavo. ¿Soy la señora Julia, esclava entendida? -Sí, señora Julia.Ella empujó su pie contra mi cara antes de retirarla, probablemente para afirmar su dominio, y luego dijo: "Acuéstate allí y mantén tus manos detrás de tu espalda". Abrió el cajón de la cómoda y sacó una corbata rosa, se acercó y de repente la sentí apretar alrededor de mis muñecas.Luego me dio la vuelta y se sentó en mi pecho. "Hmmm hmmm hmmm, ¿qué debo hacer con mi nuevo juguete a continuación?" -bromeó, mirándome a los ojos, pasando los dedos por mis labios. "¡Oh, lo sé!" ella soltó una risita ...