1. Mi vecina tentadora


    Fecha: 26/03/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Autor: Freddy poeta, Fuente: CuentoRelatos

    Soy estudiante, tengo 21 años, y no sabía que un día iba a tener una vecina que viviría en frente de mi casa, ella vestía pequeños shorts o falditas, tenía un enamorado conviviendo, pero a mí eso no me interesaba, sólo soñaba con penetrar esas nalguitas, y correrme en esas tetitas redondas, era flaca y alta, de hermosas piernas y un trasero de modelo, su carita era hermosa y angelical, pero sus pies me mataban al ponerse esas sandalias, con su minifalda. Su novio venía una vez a los cuatro meses, pero al parecer, no le cumplía, porque ella todo el tiempo paraba coqueta, ella sabía que yo la espiaba, y se agachaba de espaldas con sus leggins al verme. Yo esperaba el momento correcto para salir con ella juntos al paradero de buses, para ir a follarmela a otro lado, pero eso jamás ocurrió. Un día ella vestía una minifalda guinda oscura, y un polito negro que parecía sostén, llevaba unas sandalias negras, y un sujetador de cabello con una flor en un lado. Salía a comprar, y justo yo salía a estudiar, un día antes su novio había viajado nuevamente a trabajar, ella me miró, y empezó a caminar lento. Llegamos al paradero de buses, ella sube y yo tras de ella, el bus estaba lleno, y nosotros íbamos de pie, ella estaba sujetada del manubrio en el techo, yo estaba tras de ella, había demasiada gente, y estaba demasiado ajustado en el bus, ella empezó a mover su trasero como para excitarme, yo no lo creía, pensé que estaba alucinando, pero no pude contenerme al sentir esas nalguitas ...
    ... jugar con mi pene, ella seguía, y con los saltos que daba el bus al caer en bache, golpeaba su culo en mis piernas, estaba demasiado excitado . -¿Hola, sabes dónde puedo comprar unas pastillas? es que tengo dolor de cabeza. -dijo ella. -Si claro, te acompaño -dije. -Muchas gracias -dijo ella mordiendo su labio. Estaba ella jugando con su cabello, y me miraba de rato en rato, y estaba detrás de ella y en eso el bus frena bruscamente y ella se cae contra un asiento, se había golpeado su pie, y no podía caminar. -Que tienes imbécil, aprende a conducir, ayúdame por favor -dijo ella gritando al conductor y pidiéndome ayuda. Bajamos del bus, y ella no podía caminar. -Vamos a un hospital -dije. -No, vamos a la farmacia, y nos vamos a mi casa para que me cure, porque en el hospital me harán esperar mucho, y si es clínica va a ser muy caro. -dijo ella. Compramos las pastillas y pomadas para su pierna, no podía resistir el dolor ella, y terminamos entrando a un hospedaje para que le aplicará la pomada, pagué el hospedaje, y entramos a una habitación, yo la cargaba, y ella se quejaba. Entramos y la recosté en la cama, saque los medicamentos y empecé a leer como aplicarlos, había una crema o pomada que tenía que aplicarle en la zona del golpe, ella se levantó la faldita y me autorizó para que le aplicará la pomada en las piernas, me puse a pensar que el golpe era en una sola pierna, pero ella quería que le aplicará en las dos, se sentó, y empecé a acariciar sus piernas, eran extremadamente ...
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