Entrevista con Jennifer, una sexo servidora (Final)
Fecha: 28/03/2019,
Categorías:
Primera Vez
Sexo con Maduras
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... vez en cuando poniéndole presión para ir poco a poco dilatándolo. Siento la vibración de la vagina de Jennifer, la cual desde la primera introducción me pareció estrecha, reducida y me manda fácilmente ese mensaje de esos músculos cuando me aprieta la verga. Veo que la reacción es como una respuesta a cada intento de sumirle el falange distal, y cuando logro hacerlo, siento como su vagina segrega un líquido caliente que poco a poco llega hasta mis testículos y Jennifer se retuerce y me dice: ¡Tony, que rico! Tomo el consolador pequeño, que ha de ser como el tamaño de un menique promedio y el cual la muchacha de la tienda donde lo adquirimos lo identificó como el novio desapercibido. Le unté con lubricante anal, le puse la velocidad media y comencé a ponerla la punta a la entrada del precioso culo de Jennifer. Ella solo dio un gemido de placer y poco a poco, el pequeño consolador de unas cuatro pulgadas se hundía completamente en el culo de la preciosa Jennifer. Le pregunté: - ¿Te gusta Jennifer? - ¡Esta rico Tony! ¡Creo que me vas a hacer acabar! Pasé insertando el pequeño consolador por un par de minutos, mientras esta bella chica se meneaba con un ritmo cadencioso y contraminaba su vulva contra mis huevos cada vez que el pequeño consolador se hundía. Había superado ese grosor, esa sensación de tener una masa extraña en el interior de sus intestinos y determiné que estaba lista para el siguiente nivel. El consolador siguiente, era de unas nueve pulgadas, alrededor de unos ...
... 27 centímetros, de un buen grosor y tenía una curva en la punta y eso me hizo llevarla de una manera lenta su penetración. Le recordé de la relajación. Como pude, le hice imaginar y sentir que armonizara sus músculos para recibirlo y no intentar rechazarlo. Le embarré el ano con lubricante y comencé la exploración. Sentí que se puso tensa, pero seguí con mi terapia y le hablé de lo rico que se miraba su culo, de cómo me excitaba sentir mi verga en su concha, que me gustaban sus labios, sus tetas y todo su cuerpo; y de esta manera el consolador se hundió lentamente hasta que yo podía sentir su penetración y la vibración a través de las paredes de su vagina. Jennifer no aguantó más y solo dijo sin mucho movimiento: Tony, me voy, que rico, me voy… Oh Dios mío, usted va acabar conmigo… Uh, ¡que rico! Su esfínter estaba ya dilatado y la puse en esta ocasión con las piernas abiertas ante mí, quedábamos frente a frente, y me dispuse a untar con el lubricante mentolado el consolador inflable. La puse en la posición para nivelar su ano con mi verga y ella intuitivamente sabe que es lo que quiero hacer, y me brinda sus nalgas para que tenga fácil acceso. Mi verga se hunde en el culo de esta linda mujer y tomando el consolador y con el nivel más bajo de vibración, masturbo su clítoris, mientras ella hace ese movimiento del vaivén y es ella la que se mete y saca mi verga. Desinflado le meto el consolador vibrando a hora en segundo nivel. Siento la vibración y como Jennifer me aprieta la ...