Con mi amada puta Alejita - Relatos Eróticos

Con mi amada puta Alejita

... prendía de los pesones con desesperación y cara de furia salvaje, tratando de arrancármelos, porque ella gozaba perversamente con esos tironeos espantosos. Me encantaban esos tironeos de Yamilotita y yo se los pedía apenas la tenía en bolas. Después, Yamilotita ya venía sola a mi casa, vestidita con una ropitas blancas, hermosamente putas, sin corpiño porque no tenía casi nada de tetitas, y por única ropa se ponía un tapado blanco largo que, en cuanto entraba en mi casa, se dejaba caer y se me mostraba semidesnuda para excitarme, con lo que me pasaba noches enteras cojiéndomela a lo bestia y ella a los grititos se acabotiaba para mí. A veces, cuando venía de noche a mi casa, se sacaba el tapado blanco en la calle y entraba desnuda, perversa y degenerada como ninguna. A Alejita le enseñé cómo quería que se comiera mi pija. �Amor mío, mi Puta Hermosa, para hacer que tu Putasote te goce más, la tragada de pija me la vas a hacer como yo te digo�, y ella con los putos ojitos brillándole de la excitación, me miró fijo y sususrró: �Decime cómo querés, Putasote, soy tuya, tu Puta Hermosa que te va a hacer lo que pidas!�, y yo le expliqué: �Alejita puta mía adorada, metete la cabeza de mi pija en tu hermosa bocotita de puta, apretámela refuerte con los labios y mordémela con tus dientitos y empezá chupotiándome la punta con mucha salivota de esa espesa y rica que tenés, que me chorree toda la pija tu ensalivoteo, y me la vas comiendo hasta el fondo, que se te meta toda mi pijota en ...

... la bocucha hasta la garganta, aunque te ahogués no parés de comérmela, yo te agarro de la cabeza y te la hago tragar hasta las bolas aunque te ahogués, mi amor! Vas a ser mi Hermosa Puta la Tragotuda!� Y Alejita, obediente y reputísima, en dos tardes de cojidas aprendió a hacerme la Tragotiada de Pija mejor que ninguna. Yo la agarraba de la cabeza, viéndola abrir su bocota, y tironeándole los pelos ruluditos, que adoro, le metía pija y se la hundía sin piedad en la boca hasta que la tenía atravesada en la garganta. Sentirla así, cojida por la boca, me ponía reputísimo, la veía llorando y pataleando ahogada, pero sometiéndose a mi empijotazo, y aprendió a hacerme la Tragotiada Infernal en la segunda tarde que se la metí por la boca. Alejita pesaba sus buenos 70 kilos, con su divino cuerpotaso macizo y espaldudo, duro y carnudo, por lo que no podía arrastrarla por el piso prendida de mis pesones como me hacía una diminuta putita llamada Yamilotita, pero los tironazos de pesones que me hacía Alejita me ponían calientotaso como un caballo y después la amasijaba a cojidas durante tardes enteras. Alejita sudaba como una tremenda Yeguota, ninguna puta me sacó tantas acabotiadas como ella, yo le decía: �Alejita adorada mía, prendete de mis pesones y haceme el tironeo con toda tu furia, así te meto pija y te inundo la bocotita de lechotasos!�, le pedía yo, y ella, emputecida como una animalota, ponía su mejor cara de puta salvaje y se me prendía con todas sus fuerzas. Le encantaba ...