Mi amiga Inés
Fecha: 31/03/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... quieres cierras los ojos y te tapas los oídos. - No dijo nada así que fui a abrir la puerta. Allí vi algo que no me gustó nada, Alex venía con un amigo de similares características, pero más corpulento. Me le presentó, se llamaba Jose. No me dio buenas sensaciones. Cualquier cosa que se saliera de lo habitual podía ser peligroso para el plan que yo tenía. Al pasar por el pasillo no vi a Inés, y estaba seguro de que iba a mirar todo lo posible y quizá a masturbarse. Sin pensárselo dos veces empezaron a quitarse la ropa, yo hice lo mismo y cuando la polla de Alex quedó libre me la metí en la boca entera ya que todavía no estaba totalmente erecta. Yo no me había quitado los pantalones y mi empalmada me empezaba a molestar, pero a Alex no solía gustarle que yo me masturbara mientras le estimulaba a él. Era bastante egoísta respecto al sexo. Jose se giró hacia mí y mi corazón empezó a palpitar muy fuerte cuando vi su polla, la verdad es que era realmente grande. Tenía mucho pelo en el pubis y también en las piernas y el pecho. Cogí su polla con la mano derecha y noté las pulsaciones en las venas de su verga. Estaba deseando comérmela. Me la metí despacio, sin dejar de meneársela a Alex, y lo que más me gustó fue su sabor, era muy intenso pero a la vez suave. Me la sacaba casi entera y otra vez me la introducía todo lo que podía que no era poco. Era deliciosa, me costó dejarla para dedicarme otro rato a la de Alex. Cuando cambiaba una por otra me gustaba dejar un hilillo de saliva ...
... entre el capullo y su boca, y noté que esto les ponía bastante cachondos. Fue ago- tador pero inmensamente placentero. Ahora mi culo pedía acción, y desde luego prefería que Alex lo hiciera y seguir mamando a Jose. Así que la señal se la hice mientras que estaba con Jose, y Alex empezó a bajarme los panta- lones. La tenía bien lubricada así que no tardó en metérmela, y en cuatro o cinco bandazos ya la estaba introduciendo hasta el fondo. Deseaba que ese momento no acabara. Además, Inés se lo debía estar pasando muy bien. Pero a los pocos minutos Alex me la sacó, pensé que quería correrse sobre mi espalda, pero lo que estaba haciendo era dejarle su sitio a Jose. Me levanté del suelo y me negué. - No, contigo no quiero Jose, lo siento. Sigamos como antes. - ¿Tu has oído algo? - dijo Alex mirando a Jose y dejándome pasmado. Siempre se había portado muy bien conmigo. Me hice a la idea de que iba a ser difícil. Sin embargo, cuando empezó a intentarlo, me negué en rotundo, era imposible meterme tanta carne en el culo. La excitación se me había pasado. Me volví a levantar y cogí mis pantalones cuando me agarraron con fuerza hasta hacerme bastante daño. Alex me cogió los huevos con la mano y apretó produciéndome un dolor insoportable. Seguidamente me escupió en la cara y me colocó sobre la cama. - Tu harás lo que se te diga, zorra. Ahora mismo ponte boca abajo y ábrete el culo con las manos. Estaba realmente acojonado porque Alex era otro, no era el que yo conocía y éste Alex no me ...