Jerarquía
Fecha: 31/03/2019,
Categorías:
Dominación
Lesbianas
Autor: Corn, Fuente: CuentoRelatos
Los primeros rayos de sol se abrieron paso a través de las rendijas de la persiana anunciando la llegada de un nuevo día. Nagore, abrió lentamente los ojos y repasó mentalmente todo lo que llevaría a cabo a lo largo del día. Tras remolonear unos minutos, fijó la vista en el despertador de la mesita. - Si no me levanto ya, no me dará tiempo a tener todo listo y pagaré las consecuencias -.pensó mientras se sentaba en el borde de la cama. De puntillas se encaminó a la cocina y puso en marcha la cafetera. El aroma del café recién hecho se adueñó de sus pulmones mientras terminaba de preparar el desayuno. Unas tostadas con mermelada y un zumo de naranja recién exprimido, junto con el café con leche, componían el desayuno perfecto para comenzar el nuevo día. Satisfecha, comprobó que aún disponía de quince minutos así que se encaminó al baño. Se dio una ducha rápida disfrutando del contacto del agua en su piel y tras enjabonarse, aprovechó para retocar su cuerpo y dejarlo en perfectas condiciones para esa tarde. Exfolió con suavidad su pubis, extendió abundante gel por toda la zona y con mucho cuidado pasó la cuchilla llevándose con ella los pocos pelos que pugnaban por salir a la superficie. Mientras se extendía la crema de áloe vera para calmar la piel, pensó en calmarse ella misma ya que su cuerpo había reaccionado al masaje -Joder, tres putos días sin correrme -susurró mirando al vacío -, a ver cómo me las apaño esta tarde para no perder. Salió de la ducha y tras colocar el ...
... desayuno en una bandeja volvió a la habitación. Dejó cuidadosamente la bandeja en el suelo y apartó las sabanas que cubrían el cuerpo aún dormido que yacía en medio de la cama. Se colocó entre sus piernas y comenzó a besarlas, cuando sus labios llegaron a la meta, se humedeció dos dedos y delicadamente comenzó a masajear el clítoris de Ainara. -Buenos días, Zorra -, dijo esta medio dormida -. Deja los dedos y cómeme el coño de una puta vez -.Sintió la lengua de Nagore jugando con su clítoris, lamiéndolo, mordisqueándolo, y sin saber de dónde, saco fuerzas para ordenarle parar -Ya vale, Zorra -, consiguió decir entre jadeos -.Para o conseguirás que me corra y sabes que hasta esta tarde nos está prohibido. Nagore se retiró en silencio de entre sus piernas, y tras acomodarle la almohada, le sirvió el desayuno. Se retiró a los pies de la cama, arrodillada, con las manos enlazadas a su espalda, mirando al suelo a la espera de recibir nuevas órdenes. Cuando Ainara terminó de desayunar, le ordenó retirar la bandeja con el desayuno y le dijo que la acompañase al baño. Nagore, obediente, gateó tras ella. Ainara se metió en la bañera y se dejó hacer. Nagore se encargó de bañarla y al igual que había hecho antes, depiló con sumo cuidado el coño que minutos antes había saboreado. Una vez finalizado el baño, la ayudó a vestirse y esperó al lado de la puerta de la calle para despedirse de ella y esperar las que con un poco de suerte, serían últimas órdenes que recibiría de Ainara, al menos, ...