Fui iniciado por un médico (6)
Fecha: 31/03/2019,
Categorías:
Gays
Dominación
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... valija un par de zapatos negros de taco alto… -Creo que con estos zapatos le va a quedar perfecto el vestido… Yo sentía arder de tal manera mis mejillas que pensé que podrían echar chispas en cualquier momento… -Y debajo este conjunto de sostén y bragas negro también… -dijo el señor Ernesto y me alcanzó ambas prendas que tomé con mano temblorosa… -Por favor… me atreví a suplicar… -¿Qué pasa, Jorgelina? ¿querés otra paliza? Mirá que ésta va con cinturón… -me amenazó Mi Señor y yo, atemorizado, le pedí perdón… -Y si no te alcanza con la paliza, te vestís y te vas, no quiero una sola tontería más, ¿oíste, putito? -Sí, sí, Mi Señor, pe… perdón… No, no me… no me voy… -¿Y por qué no te vas, putito? -No sé qué… qué decir, Mi Señor… -murmuré en un balbuceo… -Yo te voy a decir por qué no te vas… -me apremió pegando su cara a la mía: -No te vas porque no podrías vivir sin tragar verga, putito… ¡putita! ¡nena puta! Fue tal la violencia psicológica que estaba sufriendo que ante sus insultos no pude contener el llanto… -¡Mirá, Ernesto! ¡mirá cómo llora la maricona! –dijo Mi Señor y el otro lanzó una carcajada que me hirió en lo más profundo… Entonces sentí algo muy fuerte en mi interior… Fue, como suele decirse, ...
... la gota que rebalsó el vaso… Soy gay, un putito, un chico al que le gustan los señores mayores, pero no soy una travesti y esos dos hombres querían convertirme en eso, querían disfrazarme… Entonces me rebelé, y sin pensarlo dos veces empecé a vestirme… -¡¿Qué hacés, nena puta??! –se asombró el doctor Ridolfi… -Me voy, doctor, yo no soy una travesti… Los dos señores se miraron y después el doctor Ridolfi me dijo: -No, nene, esperá… Lo discutimos… -No quiero discutir nada, doctor, me voy y listo… -y me fui sin que ellos pudieron impedirlo. Llevo ya dos semanas sin verga y es muy duro. Me compré un sex toy, un vibrador y lo uso en el baño a la noche, antes de acostarme, pero no es lo mismo, claro. Me masturbo y hago caer mi semen en la palma de mi mano izquierda para después beberlo, pero no es lo mismo. Extraño sentir el calor del semen en el culo y degustarlo en la boca antes de tragarlo. Tengo que conseguir otro señor, pero el problema es que soy muy tímido y me sería imposible tomar la iniciativa. Me queda solamente esperar que alguno me encare. Aunque a lo mejor tendría que animarme a insinuarme con la mirada en la calle o en algún bar. ¡Ay, una verga! ¡Por favor una verga!... ¡No aguanto más!... Fin