Aprendiendo de mi tío
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Estaba apenas adentrándome en el mundo de la masturbación, el sexo y la pornografía, jamás creí que encontrar tanta inspiración en casa de mi tío. Cursaba el último grado de primaria, mi tío Francisco, el hermano menor de mi papá vivía con mis abuelos aún, tenía poco menos de 30 años. Yo visitaba todo el tiempo a mis abuelos, a veces comía en mi casa, a veces con ellos, me quedaba a dormir, era una segunda casa para mí, ayudaba mucho que estaba a sólo 4 cuadras de mi hogar. Yo era hijo único, mis abuelos y tíos eran muy cercanos conmigo, era su consentido. Por aquellos días mi tío Francisco compró un bajo y libros de música para aprender a tocarlo, me empezó a enseñar y me dijo que cuando quisiera podía ir y practicar, como salía mucho, por trabajo o con sus amigos, a veces llegaba y entraba a su cuarto para practicar. Yo justo en la pubertad, tres a cinco chaquetas por día, el pretexto era lo de menos, el chiste era sentir esa rica sensación y vaciar frenéticamente esas bolas rellenas de leche caliente. Así que a veces iba al cuarto del tío, me la jalaba un par de veces y luego practicaba con el bajo. Soy una persona muy curiosa y desde niño me gustaba jugar a investigar cosas, a husmear, a encontrar secretos, y un día estando en la alcoba de mi tío, se me ocurrió esculcar sus cajones, encontré cosas aburridas, nada que llamara mi atención. Entonces busqué en su ropero, ¡y vaya descubrimiento! en uno de sus cajones estaba su ropa interior, cosa normal y en otro, hasta ...
... abajo, estaban unos tres calzones hechos bolita, los toqué y estaban como acartonados, así es, tenían una especie de mezcla de semen seco con vellos púbicos. ¡de mi tío! Imaginármelo guapo barbón como era, alto, con los calzones esos puestos, sobre su peludo y atlético cuerpo, que digo cuerpo, sobre su verga palpitante que en sueños húmedos aventaba aquellos chorros de semen, no sé porque los guardaba ahí, lo que sí se es que yo no aprendí nunca a tocar el bajo, iba ya solo para oler sus calzones llenos de mecos, a veces mas secos, a veces más frescos, incluso me los ponía, me frotaba mi pene de puberto con ellos, dejándoles un poco de mi lubricante natural que se mezclaba con el de mi tío, fantasear qué soñaba él, hace cuantas noches los usó, el tamaño de su verga, tantas cosas y al final, venirme en cualquier rincón del cuarto, donde yo creía que no se iba a dar cuenta. No pasó ni una semana de esto, de que "mis prácticas con el bajo" se intensificaron, cuando buscando a ver que hallaba de nuevo en su ropero encontré otra graaaan sorpresa, supe que era lo que motivaban esos sueños húmedos, esos chorros de semen en sus calzones, hallé un dvd porno. De inmediato lo puse para ver de que trataba, hasta entonces yo nunca había visto una peli porno, sólo revistas con mis amigos y las cachondillas que pasaban en la noche en tv, pero no era lo mismo. Esta peli, la de mi tío Francisco, era de dos tipos con unas pollas enormes que le ponían una cogida de locura a una tipa que también ...