Soy la puta de mi ahijado (II)
Fecha: 08/04/2019,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos
A la mañana siguiente cuando nos levantamos, me dijo Pepe: “Maribel llevo unos días que te veo muy excitada y ya no tenemos años para estar todo el día con ganas y follando, pues al menos yo no voy a poder hacerlo pues no tengo ya fuerzas para ello, quizás algún día que otro lo podamos hacer, pero en mientras cariño deberás calmar tu calentura masturbándote, hasta que esta racha de excitación se te pase”. Yo al oír esto cerré la puerta del dormitorio de un portazo y me metí en el cuarto de baño donde de nuevo me masturbe. Cuando terminé, salí, me puse mis bragas y la batita de estar en casa y fui a la cocina esperando que mi marido estuviera desayunando, pero cuando llegue ya se había ido. Viendo mi enfado se había marchado sin desayunar, procurando no verme cuando saliera del baño, para evitar otra escena y riña. La verdad es que hizo bien, pues si no se hubiera marchado es lo que habría pasado. Al ver que no estaba me aumentó el enfado y tome la decisión de aceptar la propuesta de José enrique, aunque una hora más tarde más calmada de nuevo dudaba si sería la decisión adecuada. Desayune y esperé nerviosa a que dieran las 10:00 horas en la que había quedado en volver para la respuesta mi ahijado, a esa hora exacta, me suena el teléfono de casa, era él y al oírle me sube un calor grande a mi cara ruborizándome y me dice: “Hola madrina, soy yo, habíamos quedado a esta hora, pero he pensado en darte aún un poco de tiempo más para que pienses tú decisión, cuando me la digas ...
... quiero que estés segura de ella”. Tras decir esto me colgó sin esperar mi respuesta que ya todos conocen. Tras oír esto, ahora estaba segura que él sabía perfectamente mi estado de duda, excitación y nerviosismo, y con esto conseguía que yo me excitara más y deseará más que estuviera pronto en mi casa. Pero quería impacientarme y hacer que le deseara más y así me tuvo haciéndome esperar casi una hora más, pues hasta las 10:45 no llego. Yo desde que me había levantado no había dejado de pensar en él y eso hacía que estuviera muy caliente y excitada y tuve que acariciarme y aplacar mi calentura masturbándome en dos ocasiones, pero esta vez lo hice en el salón una y la otra en la cocina, para que él no me viera y no se enterará de lo caliente que estaba y mis deseos de verle. Mientras llegaba yo me fui a mi cuarto y me cambie de ropa, deje la bata habitual de estar en casa por otra más corta semitransparente de esas que enseñan pero que a la vez el tejido no deja ver claro lo que se esconde bajo él y decido seguir sin sujetador y quitarme mis bragas, dejando mi coño libre y con toda mi gran pelambrera al aire y a la vista de cualquiera que me pueda ver. Quiero que él cuando me vea no tenga dudas de mi decisión, aunque jugaré un poco con él diciéndole que aún estoy indecisa, que no se, que… para que sea él o al menos crea que haciendo un poco de hincapié acaba seduciéndome y yo entregándome a él. Al abrirle, pasa directamente al salón sin esperar siquiera a que le invite hacerlo y ...