la familia unida - Relatos Eróticos

la familia unida

... sacude y tanto papa como Juan ya estaban al palo, y nosotras mojándonos lentamente. Se arrima y levantándolas nos dice gustan?, se las chupamos y dicen estos nenes son uno glotones, Uds. viejos también son mis nenes mamen que me excita. Bueno me van a hacer llorar la concha y antes que llore se las muestro solo lagrimeando, y se quita la tanga, tenía una gran concha blanca con sus labios interiores apenas que asomaban bien rojos, y un triángulos de pelos sumamente rizado por sobre ella, que debería haber confrontado con nuestras depiladas pelvis. Se agacha de espalda y dice aquí el fin de fiesta y se abre el culo y la concha el primero con un ojete grande y oscuro y la segunda de tamaño muy grande, se gira y sus tetazas caían casi hasta el suelo, pese como hace equilibrio y no se cae hacia adelante, se incorpora y todos aplaudimos, va tomar su café y le dice a mama, hermana recalentármelo ya se enfrió. Se ríe y Uds. también se enfriaron y los chicos nos abalanzamos sobre ella. Conto anécdotas de todo calibre pero la que mas gusto fue la de hace ...

... un mes en una pileta, ya anochecía y había muy poca gente, estaba sobre una poltrona y vecino un flaco, más bien joven, decidió calentarlo, saca una teta de la malla y la levanta chupándosela mientras una mano la ponía sobre su vagina, mirando que haría el muchacho, ve que se empalma en forma, parecía tenía un nabo importante, lo saca por sobre la cintura de su malla y era tan largo que se agacha y se lo chupa hasta acabar, se toma su leche y sonriendo se va. Ella no podía creer, estaba indignada, porque no lo pudo coger y porque le dio una lección de autosuficiencia intolerable. Juan le cogió las tetas y luego el orto, papa no se atrevió a metérsela pero acepto una buena chupada y una vez vacio se lo cedió de vuelta para que consumiese la leche que le quedaba con su concha. Demás está decirles que se quedo a dormir con nosotros y practicamos todo tipo de posturas y caricias, cuando los hombres claudicaron seguimos nosotras hasta las madrugada, ellos dormían como ángeles. De mi imaginación floreció la tanada, No hay nada, “Come la famiglia unita”.