Calles, sombras y unos pocos billetes sobre la mes
Fecha: 10/04/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Kraff30, Fuente: xHamster
Aunque llevaba toda la noche trabajando, el cansancio todavía no sehabía hecho notar en mi cuerpo.Pero también antes era mas joven y las noches se me hacían demasiadocortas, cuando ahora parece que el reloj no avanza.Esa noche recuerdo que hacia calor, aunque era raro para su época, lonormal es que fuera una primavera lluviosa, por el sitio en el que meencontraba.En aquella ciudad siempre parecía que llovía, menos cuando nevaba.Pero en aquel momento era calurosa, si mirabas las casas del barriopodías ver las ventanas abiertas para dejar pasar el poco de aire quepudiera correr.Así que decidí dejar el coche estacionado en el aparcamiento de laempresa, me despedí de los compañeros y me dirigí a mi casa con laintención de pararme de camino en algún bar a desayunar.Demasiado temprano para los bares que daban desayunos y tarde para losbares que despachaban copas durante la noche.A mi paso iba encontrado todos y cada uno de ellos cerrados. Ya estabapensando en despedirme de mi desayuno cuando recaí en unas tenuesluces que salían de un local en la otra acera.Aunque su letrero de fuera estaba apagado se veía luz en su interior.Atravesando la calle, en la oscuridad de la noche, llegue a la puertaque se abrió sin ningún impedimento.En su interior tras la barra se encontraba un tipo corpulento, más aunque yo. Parecía puesto a propósito, como si te dijeran cierra los ojosy piensa en el dueño de un bar de moteros.El bar tenía una decoración un tanto extraña, lo primero que me llamóla ...
... atención fue el color de sus paredes, un blanco roto. Que no sabríadistinguir si ese era el color original o había cogido esa tonalidadcon el paso del tiempo, el humo y la suciedad.Lo segundo que me llamó la atención eran unos reservados al fondo dellocal divididos entre si por unas especies de cortinas de terciopelorojo y encaje negro que ahora se encontraban completamente descorridasy dejaban ver unos sillones de piel negra en cada uno de ellos.No había ni ventanas, ni mesas, ni sillas, solo taburetes dispuestos alo largo de la barra, la cual discurría desde practícamele la entradapor toda la pared de la izquierda hasta rebasar un poco la mitad dellocal.Otra de las cosas que me llamo la atención y que reconocíinmediatamente, fue un cornetín de órdenes perteneciente al ejército yque se encontraba colgado en la pared tras el mostrador y sobre lacabeza del camarero.En aquel momento había unos pocos clientes aun en el interior, unosjugando en una maquina de dardos y otro par de ellos sentado en lostaburetes junto a la barra manteniendo algún tipo de conversaciónsobre deporte.Me hacer que al mostrador bajo la atenta y única mirada del camarero?Y antes de que pudiera decir nada me dijo?- Solo tienes tiempo para una antes de que cierre.- De desayuno no hablamos, ¿verdad?.- Respondí yo.-¿Tu me has visto a mi con pintas de hacer tortitas?, si quieres unbatido y un paquete de patatas, es lo mas parecido que te puedo servirahora.- Vale cojo la indirecta, una cerveza pero al menos que este ...