1. Inmigrante (06)


    Fecha: 28/10/2017, Categorías: Infidelidad Grandes Series, Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... comprobarlo. –Me dijo Yo no quise ni confirmar ni negar, solamente le dije que intentaba que todas mis parejas quedasen satisfechas. -La semana que viene es la ceremonia de boda por la iglesia. Después comprobaré si tienen razón. –Dijo con un tono que no sabría definir si era alegría, cabreo o indiferencia. -¿Ya has desechado la inseminación? -Bueno… Todavía no, pero… Entendí que quería decirme que, una vez embarazada, podría probar la veracidad de todo. La tarde la pasamos paseando, tomando alguna copa en terrazas, visitamos una exposición y descubrí que teníamos muchas cosas en común, también vi que podíamos llegar a entendernos en cuanto a ideas. Cuando anocheció, cenamos y le propuse ir a bailar, pero a otro sitio que no fuese mi lugar de trabajo. Aceptó y fuimos a otra sala, donde solía ir cuando estaba soltero. Nada más entrar, eché un vistazo a toda la sala, por lo que se llama deformación profesional, cayendo mis ojos sobre alguien conocido: el marido de Marta. Enseguida vi que estaba rodeado de las mismas mujeres y de los otros dos maridos. Escondiendo mi cara y tapando a Ana, nos metimos detrás de un biombo que separaba el área de camareros del resto de la sala. -Pero ¿Qué haces? ¿Por qué me traes aquí? Le señalé la mesa y le dije: -Mira quién está allí. -Pero si son… -Si. Quédate aquí mirando. Les voy a meter un susto que se van a pasar la tarde en el baño. Estate atenta a lo que ocurra. Di una vuelta para que no viesen a Ana, y aparecí por su lado: -Hola, ¿Qué ...
    ... tal? Buenas noches, señoritas. He quedado aquí con Ana. ¿No la habréis visto? La estoy buscando. Casi no les dejé hablar. -Pueeees… NNNo, no la hemos visto… Aacabamos ddde llegar. Debía ser cierto, porque todavía no tenían las bebidas en la mesa. Las mujeres me saludaron muy cariñosas y amables, levantándose para darme un par de besos cada una. Cuando terminaron, les dije: -Voy a seguir buscando. Hasta luego. Que os divirtáis. Y me marché. Seguí dando la vuelta como si buscase y pude ver que se levantaban y uno de ellos iba a la barra para pagar las consumiciones que no se habían tomado y salieron a toda prisa. Volví con Ana, que se estaba riendo, y me preguntó: -¿Pero qué les has dicho, que se han ido disparados? -Si, y pagando una cuenta que no han consumido. Les he dicho solamente que te estaba buscando. Estuvimos riéndonos un rato y luego pedí a Ana que llamase a sus amigas para ver la excusa que les habían dado. Al parecer estaban en un seminario para grandes empresas en otra ciudad. Hizo mención a la acogida tan cariñosa de las putas, pero conseguí escabullirme de la posible discusión. Estuvimos bailando varias horas, unas veces algo separados y otras totalmente pegados. Su proximidad, su perfume y el sentir el roce de su cuerpo pegado al mío, hizo que mi polla alcanzase todo su esplendor, solo contenida por mis pantalones. Ella se dio cuenta y todavía se frotaba más. En uno de esos bailes me miró sonriente, sabiendo lo mal que lo estaba pasando, y yo no lo dudé y le di un ...
«12...567...»