Sobrinito querido - Relatos Eróticos

Sobrinito querido

... todo. El noviazgo se dilataba y no me gustaba coger con forro, al final un día desaparece del barrio del club y de mi vida, me dejo plantada, rota mi concha y mi alma de dolor. Luego supe que en un barrio aledaño vivía su familia, estaba casado y tenía dos hijos, mientras me estaba desvirgando. Mi angustia fue intensa y duradera, me dedique a mi estudio, a mi profesión y fui incubando en mi cuerpo un abandono y frigidez que recién abandone cuando descubrí a mi sobrino durmiendo en mi misma habitación, desde ese día he vuelto a ser hembra. Cuando regresan los hombres, cenaron y se desplomaron en sus camas estaban cansados, destrozados, estuvieron haciendo trabajos para lo que estaban acostumbrados. Esa noche mi amor no se conecto y mi pajita fue solitaria, pensando en él y lo vivido con mi hermanita estos días, estaba exhausta. En otra oportunidad las 48 horas coincidían con un fin de semana largo y los dos últimos días fuimos también a la quinta, más bien a la playa, no solo nosotros también ellos tuvieron sus días de sexo desenfrenado, luego fue recreación en familia. A mi amor le conté lo que su madre me había dicho de lo contenta y bien cogida que estaba, también que nos empedamos y revivimos nuestro joven lesbianismo, se me escapo lo asombroso de su clítoris, lo que me di cuenta lo impacto. Todo lo acepto como normal y por suerte no me reprocho nada. Temía no lo aceptara y se enojase. Me dijo, si a mama la he notado más linda, como mas gordita e insinuante y a papa ...

... más alegre desde que van seguido a la quinta. Papa me dijo que otro fin de semana lo acompañara para ayudarlo con la terminación y pintura, no puedo negarme, a ver que novedades tendré a mi regreso, seguro la gozaras a ella, no sé, no creo eso no se da tan fácil, le conteste. La cosa que no bien salieron mi hermanita me abrazo y me dio un interminable y profundo beso, diciéndome, sabes amor quede tan calentita de la última vez que no aguantaba más sin ti. Pero y tu esposo, bien diez puntos, adoro su pija, pero lo nuestro es distinto y también me gusta. En la cama, durante un descanso le digo cuéntame sobre tu macho, me lo describe físicamente ponderando sus huevos y su pija que esta gorda y cada día más sabrosa y la del tuyo, creciendo, como creciendo, si cada día me parece más grande y rica. Me dice, no te querrás coger a tu cuñado, no, amor con lo mío me alcanza, ha me tranquilizas. Y se me escapa y tu no tendrás ganas de tu hijo, hermanita que pregunta. No me contestaste, eso sería incesto, y es un chico, tiemblo pensándolo, entonces lo has pensado, y hermanita que madre no lo ha pensado, cuando lo veo tan grande todo un hombre, si ya esta grande tiene 19 para 20, es todo un macho, como lo sabes?, porque él es mi amante. No lo puedo creer, eres su tía, y?, y, no es correcto, tan incorrecto como tu deseo oculto. Ya más calma me dice, cuéntame; recuerdas cuando comentaste sobre los días que dormimos en la misma habitación, pues allí fue donde comenzó y nos enamoramos, ahora ...