Aquel Amor de Verano.
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Gays
Autor: HrnandzManu, Fuente: SexoSinTabues
... aburrido, así que lo invité a que pasara por mi trabajo para conversar y de paso invitarle unos cupcakes que me regaló un chico que quería una relación conmigo, pero no era mi tipo y no quería ser descortés rechazando su regalo, lo entendió y me dejó los cupcakes en el trabajo. En el sofá de la recepción había un punto ciego, allí nos pusimos a charlar y a comer los cupcakes, Aaron era muy gracioso y su conversación era muy agradable. Pasado un momento nos miramos fijamente y nos besamos, me causaba mucho morbo encontrarme en el trabajo y en esa situación, al parecer Aaron también sentía lo mismo. Escribimos basándonos por un rato pero luego le desabroché el cinturón y le abrí el pantalón para sacar ese rico miembro que me dió mucho placer la madrugada anterior. Lo masturbaba mientras se la mamaba y Aaron no pudo resistirlo más y explotó en mi boca dejando soltar 5 descargas de delicioso y tibio semen. Cuando no dejé ni un solo ratro, se acomodó la ropa, me besó y se despidió. El día del evento, estuvimos coqueteando disimuladamente, mandando nos mensajes y al terminar, ...
... fuimos a cenar. Al día siguiente fuimos con otros amigos a un lago y nos dimos una escapadita para encontrarnos en los vestidores y lo volvimos a hacer allí, fue tan morboso y delicioso, le volví a hacer sexo oral y me volví a tragar su corrida, me había vuelto adicto a su semen. Finalmente llego el día de su regreso, ya no pudimos volver a coger como el primer día porque yo trabajaba en las noches y dormía gran parte del día, pero le di una rica mamadas en el baño del aeropuerto hasta que se corrió y nos dimos un beso de despedida, al terminar de besarnos pude ver sus ojos vidriosos y enrojecidos, era obvio que quería llorar y lo abracé, fue un abrazo muy reconfortante para ambos, un abrazo en el que no se necesitan las palabras para decir lo que sientes. Salimos del baño al oír el llamado de su vuelo. Nos volvimos a despedir aguantando las ganas de llorar. No quería admitirlo pero me había enamorado, solo que era imposible porque éramos de ciudades lejanas y ambos teníamos una vida hecha en las nuestras. Solo me quedaba ese bello recuerdo, aquel recuerdo que vivimos junto a él.