Mi hija, jugando a ser prostituta
Fecha: 16/04/2019,
Categorías:
Incesto
Confesiones
Autor: amf76, Fuente: CuentoRelatos
Que mi hija es una puta y que le gusta la pija más que el dulce leche no es ninguna novedad, pero como llegó a ser así es algo que me calienta mucho. Hacía poco tiempo que estábamos conviviendo como pareja cuando, mientras desayunábamos le pregunté cómo habían sido sus comienzos en el sexo, ella se sonrió y con su clásica vocecita de nena traviesa me dice. -"En más de una oportunidad te espié cuando te bañabas o cuando te cambiabas en la habitación, porque estaba muy intrigada como sería una pija en vivo y en directo, para esa altura me masturbaba mucho y me compraba revistas y videos porno, pero nunca había visto una de verdad" -"Jamás me imagine lo que hacías y nunca quise asumir que te pajeabas, para mi eras una nena" le dije Ella, después de una sonrisa, continuó con su relato. -"Una noche que estaba espiándote, me sorprendió Carla" (Mi ex novia) "y primero me retó pero enseguida, y con lo puta que era no es para menos, le gustó la situación y ofreció ayudarme a que tuviera mejores vistas de tu verga para poderme pajear con una mejor imagen." Yo no podía creer todo lo que en esa época pasaba a mi alrededor sin que me diera cuenta. -"Así fue como Carla comenzó a dejar la puerta abierta de tu habitación y yo podía verlos en sus sesiones de sexo." Tengo que contarte algo, me dijo mientras se sentaba en mi regazo, -"Antes de declarar mi amor por ti y de que empecemos a ser pareja, Carla me llevaba a diferentes lugares para que hombres me tocaran así yo me calentaba y ...
... después me mataba a pajas en mi camita, el primer lugar al que me llevó fue al geriátrico donde vivía su papá e hizo que el me tocara diciéndole que yo era una putita que había contratado para él, el viejo me tocaba las tetas con un mano y la otra me la pasaba por encima de la bombachita, la que estaba ya mojada por el flujo que emanaba de mi conchita. Al principio la cosa no pasaba de ahí, pero con las siguientes visitas el viejo iba pidiendo más y más, por supuesto Carla, quién siempre presenciaba lo que su papá me hacía, me preguntaba si yo quería hacer algo más, y mi respuesta siempre fue que sí, así empecé a chuparle la pija, dejar que me chupe la conchita hasta que un día me pidió cogerme y accedí, me puso en cuatro y me cogió tanto que esa tarde salí caminando renga. Cada día cuando legaba a casa me pasaba a buscar Carla e íbamos al geriátrico para que su papi se descargara, pero otros viejitos se enteraron y cada vez que iba tenía a mi disposición dos o tres vergas para chupar." -"No puedo que era en esa época ya eras tan putita... pero me encanta oírlo" -"No solo te estás enterando de lo putita que era, sino que Carla también te metía los cuernos, porque ella me ayudaba a pajearlos para que se descargaran en nuestras boquitas." Enterarme de esto enseguida me puso al palo y Lorena comenzó a chuparme la pija y cogimos ahí nomás sobre la mesa. Esa noche mientras mirábamos televisión, vimos un informe de la zona roja y enseguida tuvimos la misma fantasía. Hacía un tiempo que ...