1. Fiesta entre amigos en la piscina


    Fecha: 16/04/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pajeando, estabamos ya los dos empalmados. Nos mirábamos y nos reíamos comentando la situación: los 3 con la polla dura, pajeandonos entre colegas y haciéndonos prometer que eso no se lo contaríamos a nadie. Por un momento, Antonio paró de pajearnos, miró las dos pollas dijo: pues yo diría que son iguales, más pequeñas que la mía jajajjaa Nos empezamos a reir. Yo estaba a mil. Entre el pajote que me estaba haciendo Antonio y su polla estaba que no podía más. Solté la polla de Antonio y aparté la mano de Juan. Antonio me miró y antes de que pudiera decir algo, me metí su polla en la boca y empecé a comerle el capullo. Antonio no dijo nada. Cuando le miraba veía que me miraba sin saber que decir, pero me dejaba mamarsela. Recorría con mi lengua su polla, desde los huevos hasta el capullo y jugando con con capullo con mi lengua. De repente dice no puedo no puedos más y se corrió llenandome la cara de leche. Juan nos miraba pajeandose como un loco. Mientras que se corría Antonio dijo: buaaaa que pasada menuda corrida !!! Me limpie la cara con el agua de la piscina y me acerqué a Juan. Tocandole la polla, le pregunté ¿quieres que hagamos un 69? Juan, que tenia la polla tiesa dijo que si sin pensarlo. Me tumbé en el cesped boca arriba y Juan se puso encima de mi, metiéndome la polla en la boca y cogiendo la mia para mamarla. Mientras nos la comiamos, Antonio nos miraba y se volvía ...
    ... masturbar.Antonio pasado un rato nos dijo: no os corrais que yo también quiero mamar pollas !!! Nos levantamos y nos acercamos a él. Nos cogió las pollas y nos las empezó a mamar: primero nos comia los huevos, después recorria nuestras pollas hasta llegar a los capullos, que lamía y chupaba con la lengua y volvía tragarse la polla todo lo que podía. Mientras me la mamaba, seguia mirando su polla: se me pasó por la cabeza la idea de que me clavase: ese día tenía ganas de probar cosas nuevas, estaba caliente y estaba descubriendo que me gustaba lo que estaba haciendo, pero no estaba teniendo suficiente: quería llegar hasta el final. Empecé a meterme un dedo en culo, con la idea de fuera dilatando, mientras que se sentía la lengua de Antonio en mi capullo. Cuando pensé que estaba listo, pregunté en voz alta: ¿me la meterias Antonio? Antonio estaba mamando el rabo de Juan cuando me escucho: me miró y me preguntó si estaba seguro. Sin decir nada me puse a 4 patas dejando claro que me la podía meter. Me la clavó poco a poco. Mientras que me la clavaba, Juan se había tumbado delante de mi para que yo le volvier a mamar el rabo. Al principio me dolío, pero poco a poco el dolor fue desapareciendo y dejando paso al placer. Antonio no pudo más y se corrió dentro de mi, gimiendo de placer. Al mismo tiempo, Juan hacia lo mismo, corriendose en mi boca pillandome desprevenido, haciendo que me comira su leche. FIN 
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