Playa nudista... y entretenida - Relatos Eróticos

Playa nudista... y entretenida

... Sin duda, ahí, las otras parejas ya se dieron cuenta de que no íbamos a comportarnos como tímidos modositos que se avergüenzan de sus cuerpos y que pensábamos disfrutar del placer que se puede obtener en todas las situaciones.Continué bajando por sus piernas, hasta los pies, pero luego, abriendo ella un poco más las piernas, me deleité en la parte interior de los muslos, hasta acercarme furtivamente hasta los labios de su coñito, totalmente depilado. Ahí aprovechaba para tentarla y rozar sus labios suavemente. Sus gemidos de gusto se hacían poco a poco más audibles y frecuentes.Pero en determinado momento, paré, pues ya había terminado con la crema por ese lado y con una palmadita en el culo, le dije que se diera la vuelta. Para entonces, a pesar de haber permanecido boca abajo, sus pezones ya se habían endurecido debido a mis 'manualidades' ahí abajo…Las otras parejas, más o menos disimuladamente, tampoco perdían detalle. Especialmente los belgas de mediana edad.Comencé a extender la crema por la zona del cuello y hombros, ampliando a cada uno de los brazos. Pronto bajé hasta sus pechos, los cuales no me corté en manosear suave pero firmemente, para no dejar rastro de crema sin extender. Sí, también me entretuve un poco con sus pezones, rodeándolos con mis dedos y pellizcándolos ligeramente de una forma furtiva, para no hacerlo muy evidente.Llegaba la hora de seguir extendiendo crema un poco más abajo y, cuando ella (y yo creo que todos los que nos miraban) pensaba que ...

... empezaría a masturbarla en el clítoris, yo seguí bajando por las piernas hasta llegar a los empeines de los pies. Estaban ligeramente cubiertos de arena, pero reconozco que los pies son para mi un punto de fetiche, pues me parecen muy eróticos y que dan mucho juego a la hora de jugar.Sin embargo, enseguida volví a subir a la parte interna de los muslos y ahí sí, ella abrió ligeramente sus piernas y entre masajear el interior de los muslos y la parte superior de la vulva, fui introduciendo mis dedos, y ya pude notar claramente lo mojada que estaba. Entre su humedad y la crema que arrastraba con mis dedos, pude introducir uno por su coñito, momento en que ella se encorvó ligeramente.A esas alturas, ambas parejas ya no disimulaban mirarnos furtivamente porque, a pesar de que lo hacía lo más discretamente posible, sabían perfectamente lo que estaba haciendo. ..Para tratar de disimular, subí un poco mi cabeza hacia la suya, y empecé a besarla. Todo sin dejar de mover mis dedos , penetrándola en su sexo mojado y apretando con mi palma en su clítoris.En pocos segundos, ella no podía controlarse y sus gemidos y movimientos eran más que evidentes, abriendo claramente sus piernas para que yo pudiera darle el máximo placer.Todo fue rapidísimo y entre el morbo del momento y mis movimientos, ella se corrió con un ligero grito que ambas parejas seguro escucharon.Dejé durante un tiempo mi mano en la zona, sin moverla, mientras no dejaba de besarla. Tras ese momento, ella me sonrió y a la vez me ...