Mi hija, fantasías de cornudo
Fecha: 17/04/2019,
Categorías:
Incesto
Intercambios
Autor: amf76, Fuente: CuentoRelatos
... lo que tuve que contenerme para cogerla allí nomas de parada. Cuando regreso de un largo baño y cansada pero ya recuperada empezó a contarme lo vivido. “Subí a su coche y enseguida que cerré la puerta, Carlos me metió un beso muy apasionado y su lengua no paraba de jugar dentro mi boca, me dijo que tenía preparado algo muy especial para mí. Me llevó a un restaurante y como sabes en el camino me pidió que me saque la tanguita y le chupe la pija, me asombró lo dura que la tenía por lo que supuse que había tomado la pastillita azul ya que tiene 67 años y al tenía más dura que un pibe de 20, se la chupe mientras él manejaba y como podía me tocaba la cola y metía sus dedos en mi conchita que a esa altura ya estaba súper mojada, hasta que acabó dentro de mi boca, largó una gran cantidad de semen y como no pude tragar todo parte mancho mi camisa. Llegamos al restaurante y mientras cenábamos con su pie me tocaba la concha, eso me re calentaba ya que el lugar estaba lleno de gente y yo sin bombacha con un pie adentro jugando con mis jugos. Terminamos y me dijo que iríamos a su oficina pero antes haríamos una parada para hacerme un regalito especial, subimos al coche y encaramos para la zona roja donde están los travestis y empezamos a dar vueltas y a mirar a las chicas, que ya a esa hora, muchas estaban en bolas y se podía ver sus pedazos que estaban al aire incitando al pecado. Dimos un par de vueltas y me preguntó cuál era el que más me gustaba para que lo incorporáramos a la ...
... fiestita.” La verdad que mi hija me contara esto me sorprendió ya que no era lo que habíamos planificado pero sinceramente me calentaba aún más y no podía esperar que continuara con su relato. “Elegí a una y nos acercamos para hablarle, era rubia, sus tetas casi tan grandes como las mías y su pija toda depilada se veía realmente grande. Lo subimos al auto y nos fuimos a la oficina de Carlos. Entramos y Carlos sirvió unos tragos y puso música, se ve que era habitual hacer fiestachas en su oficina, bailamos y tomamos hasta que Romina, la travesti, a pedido de Carlos me empezó a sacar la ropa y a manosear entera, me tocaba las tetas y la cola y metía sus dedos en mi conchita mojada, yo hice lo mismo y comencé a desvestirla y chuparle las tetas, Romina ya tenía la pija a la palo y nos besábamos apasionadamente mientras Carlos nos miraba sentado en un sillón y mientras con una mano sostenía un vaso de whisky con la otra se pajeaba muy despacio. Bailamos en bolas por un rato hasta que Romina comenzó a chuparme la concha, mientras lo hacía me decía cosas sucias y que le encantaba lo mojada que estaba y lo peladita que la tengo, cuando estuve a punto de acabar la saque y comencé yo a chuparle la pija, me costaba trabajo metérmela toda en la boca pero hacía todo lo posible ya que era una pija hermosa, venosa y con una cabeza grande, ya no podíamos más de la calentura y comenzamos a hacer un 69 de antología”. -Sabes papi… Nunca pensé que me calentaría tanto estar con una travesti. -No sabes ...