1. Las aventuras con Matilde (2)


    Fecha: 18/04/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Bien. El día de la tremenda corrida en el culo de Matilde fue el viernes. Todo el fin de semana, que no la vi, me la pasé atarantado ,no pensaba en otra cosa que en sus hermosas nalgas, y más en su delicioso ano. Hasta el lunes la vi, pase a su secundaria. -Hola-le dije. -Hola, chamaco. Ven, ven acá a la reja -(de la escuela). -A ver. -Oye, la chavala no me deja de molestar con lo que quedamos el viernes, ya sabes. -Si. ¿Qué quieres que haga? -Pues ella quiere hoy mismo, en su casa, porque no vana a estar sus papás. También quiere que yo vaya. En fin, me despedí de mi amiga. En el camino me encontré a Roberto. El ya sabía más o menos de la situación, pero no sabía lo de Tina. -Qué onda? -Pues nada. Oye, qué pasó con lo de la niña? -Eso es lo que te iba a decir. Quiere hoy, en su casa. Me dijo Mati. -Y vas a ir? -Pues claro! A esa princesa me la quiero nalguear por calenturienta. Y asi fue. A las cinco, pedí permiso a mis padres para visitar a Tina junto con Roberto. El no iba a ir, en realidad, solo íbamos los que habíamos estado el viernes. Llegué a las seis. Toqué. Me abrió Matilde semidesnuda, ocultándose tras la puerta, con las luces apagadas. -Pasa, pasa. La chiquitina ya está en su alcoba. Me dijo que te abriera la puerta. Pasé a su cuarto. Su cama tenía sábanas rosadas, con almohada roja. Encima estaba acostada, bocabajo y mirándome, la niña. -Hola, chamaco. Porqué tan tarde? -Es que me quedé dormido en la tarde. Ya sabes,. Reponer fuerzas para lo que quieras ...
    ... hacer.-En realidad, casi ni podía hablar, de solo verla desnuda, con su piel clarita ,toda a mi disposición. Vi el precioso culo de la chiquilla y me daba ganas de acariciarlo, morderlo y besarlo. Matilde llegó a la alcoba. -Oigan chiquillos, ya tienen que darle, porque los papás de Tina llegan en una horita. Tina, tendrás que alcanzar lo que quieres rápido. -Está bien, pero esta vez solo me tocará a mi, no a ti. .Si ,si, esta vez me toca el palo de escoba, pero ya sabes lo de las caricias que me debes. Así, Matilde se desnudó. Lástima que hoy no me iba a tocar de ese hermoso culo. Pero para consolarme tenía el nada malo de la niña. Todos nos untamos de nuevo la margarina, como la otra vez, y a darle. Matilde tomó el palo de escoba y lo fue hundiendo entre sus nalgas. La niña puso sus rodillas a los lados de mis muslos, dándome la espalda, y poco a poco se fue ensartando mi pene en su culito. Me tomó de las manos, mientras se comenzaba a echar para atrás y para adelante, meciéndose. -Ayy! Chamaco, bo te tardes tanto en empezar, que si duele un poquitooooooooo....!-Cuando vio, ya tenía la mitad dentro del ano. Seguí ensartando. Matilde se perdía entre los movimientos rítmicos de su culo, con el roce del palo de escoba. Comencé con el movimiento circular, para que sintiera bien en el ano. -Noo, no pares... Asi! Asi!!!!- la niña arqueaba todo lo que podía su espalda , dándome por completo sus nalgas lechosas. - Aahhh!! Aaaaahhhh!!!! Empújalo más para adentro... mas para adentro... Mati, ...
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