Aprendiz de sumisa
Fecha: 18/04/2019,
Categorías:
Dominación
Fantasías Eróticas
Autor: GatitaY, Fuente: CuentoRelatos
... boca, dímelo con él dentro.- le dije, para verla humillada intentando hablar con el pepino en su boca. Ella me volvió a mirar con cara de pena, pero yo tenía que hacerme la fuerte. No le quedó más remedio que meterse de nuevo el pepino en la boca e intentar repetir aquella frase. -Ama Aira, no eh abe o do a a ve, on mu odos.- fue lo que salió de su boca llena. Yo me empecé a reír a carcajadas. Era muy divertido verla de rodillas hablando como una estúpida. -No te he entendido nada. Repítelo.- le dije. -Ama adira, no eh abe lo do a vez, on mu godos.- volvió a repetir mi mejor amiga. -¡Jajajajaja! Pues si no te caben los dos en la boca, tendrás que buscar otro agujero donde metértelo para traérmelo.- le dije yo entre risas. Me volvió a mirar como si no me entendiera, pero ambas sabíamos a que me refería. -Vamos zorra, hazlo y podrás elegir en que agujero metértelo. Como tenga que ir yo, te aseguro que te lo meteré en el culo y de golpe.- le dije para atemorizarla. No le quedó más remedio que llevar el pepino más pequeño, pero de buen tamaño y ponerlo en la entrada de su coñito. Me miro a los ojos, no sé si desafiante o buscando el morbo de saber que estaba haciendo aquello y empezó a empujar aquella gran verdura hacia dentro de su chochito. Su cara cambio, no llevaba ni la mitad pero se notaba que era grande para su coñito. -Vamos, mételo bien que no quiero que se caiga.-le dije Ella empezó a hacer un movimiento de mete-saca. Supongo que para que su agujero se acostumbrara a ...
... tan gran huésped. Aunque se controlaba de no gemir, estaba claro que aquello la estaba dando placer. Con ese método consiguió meter ¾ partes del pepino dentro de ella. Debió pensar que ya era suficiente para mantenerlo dentro, pues soltándolo, puso sus manos en el suelo y empezó a venir hacia mí. No llevaba ni la mitad del camino cuando el pepino cayó al suelo, visiblemente manchado con sus flujos. -Ves como tienes el coño muy dado de sí. Si no fueras tan guarrilla… vamos métetelo otra vez o te lo meteré en el culo.- le dije. Manteniéndose a cuatro patas, cogió el pepino y empezó a metérselo desde atrás. Esta vez no necesito mucho tiempo, por lo lubricado que estaba, sus ojitos brillaban de excitación. Con él dentro, volvió a reanudar el camino hacia a mí. Justo cuando llego a mis pies volvió a caérsele al suelo. -Chocho abierto, no eres capaz de mantenerlo dentro. Tendré que castigarte.- le dije. Ella me miro y después bajo la cabeza avergonzada por mis palabras. Tampoco podía hablar pues su boca seguía ocupada. La saque el pepino de la boca y le dije: -Recoge el pepino del suelo y chúpalo. -Pero Ama Yadira, está sucio. -Ha sido por tu culpa. Si no lo hubieras dejado caer solo estaría sucio de tu coño. Hazlo.- le contesté. Dani cogió el pepino y lo puso frente su cara. Lo miro con asco, pues aparte de haber estado en el suelo, estaba completamente empapado. Obedientemente llevo la verdura a su boca y empezó a chuparlo, de nuevo, como si mamara un pene. Me calce con mis zapatos ...